Rahed Aga, contramaestre del buque arrastrero marinense “Estrela” que faena en aguas de Mauritania, ha sido dado como desaparecido del barco en la madrugada del pasado jueves cuando sus compañeros, al ser llamados para la “virada” del barco no le encontraron en su camarote ni en ninguna parte del mismo sin que se sepan las causas de la enigmática desaparición. El marinero de origen marroquí, de 36 años de edad, llevaba viviendo en Marín diez años y, su esposa Mina Anas, se trasladó a esta localidad hace seis. En la actualidd tienen tres hijos de diez, siete y dos años respectivamente y viven en la barriada de La Cañota.

Desesperación

Mina Aga se encuentra en estado de desesperación ante la realidad a la que se enfrenta tras haber recibido la noticia de fuentes de la casa armadora el mismo día de la desaparición aunque se queja de que apenas se le han dado datos del accidente. “Me dijeron que mi marido había desaparecido del barco y que estaban buscándole tanto el “Estrela” como otros buques que se encontraban en las cercanías y, a las 24 horas, me comunicaron que se suspendía el operativo de búsqueda”. La esposa del marinero desaparecido considera que existe un agravio comparativo con otros casos similares y dice “Que yo sepa no hubo una búsqueda exahustiva con aviones, helicópteros y otros medios que si fuese un marinero español seguro que mandarían y ni siquiera salió nada de esta noticia en los medios de comunicación como si se tratase de una mosca”.

La esposa de Rahed vestida de riguroso luto de ropa blanca según los ritos marroquíes, y acompañada de familiares y amigos de su país insiste, una y otra vez, en que quiere que aparezca el cuerpo de su marido y reclama que se intente localizarlo con medios adecuados. Añade también que “Rahed era un marinero muy preparado; sabía nadar muy bien, siempre llevaba el chaleco puesto y desde los catorce años trabajaba en el mar. A los dieciséis era ya contramaestre y en éso trabajó, primero, en los barcos españoles cuando había convenio de pesca entre España y Marruecos y, después en arrastreros de Marín donde, desde hace cuatro meses, estaba enrolado en el “Estrela” de la empresa armadora Manuel Nores”.

La situación del marroquí desaprecido en España era totalmente legal disponiendo de los papeles oficiales para ello y su esposa considera que debería dársele a su accidente otro tipo de respuesta y añade “En realidad no sabemos absolutamente nada más que lo que nos ha dicho la casa armadora, es decir que desapareció y nada más y si dicen que cayó al agua será porque alguien lo vería y, si no es así, ¿cómo saben que se cayó?”.

También se extrañan de que desde el barco no se pusiera en contacto con la familia algún marinero sobre todo porque hay a bordo un pariente marroquí que no se les llamó para explicar algo más las causas del extraño accidente.