La Consellería de Justicia de la Generalitat catalana ofrecerá a partir de septiembre a los presos condenados por agresiones sexuales, a punto de salir de prisión y con riesgo de reincidir, la posibilidad de someterse a un tratamiento farmacológico voluntario que les inhibirá el deseo sexual, según confirmaron fuentes de la conselleria.

En el próximo mes de septiembre se tendrá listo ya el protocolo para determinar a qué internos y en qué condiciones se ofrece el tratamiento, según las mismas fuentes.

En declaraciones a Radio Barcelona-Cadena Ser, la titular de Justicia, Montserrat Tura, aseguró que el tratamiento, pionero en España, “se tiene que tomar voluntariamente” porque si no “se tomarán la primera dosis, pero la segunda, cuando ya estén en la calle, ya no se la tomarán”.

Inyección hormonal

Tura dijo que aquellos violadores que se sometan al tratamiento -una inyección hormonal que reduce la producción de testosterona- “tienen que entender que les puede ayudar a resolver el problema, no volver a cometer delitos, no volver a prisión y, sobre todo, que no haya más víctimas de su actitud”, señaló.

Desde el departamento de Justicia catalán se insistió en que este tratamiento no puede denominarse “castración química” como tal, ya que está prohibida en el Código Penal y la Constitución, sino que se trata de un inhibidor hormonal de carácter reversible que en todo caso, se acompañaría de tratamientos accesorios sean éstos de tipo psicológico o psiquiátrico, aún por determinar.

En una entrevista concedida a Europa Press, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, aseguró que si bien el proyecto de reforma del Código Penal endurecerá las condenas para los delincuentes sexuales, no incluirá la castración química para los condenados que lo soliciten.

Esta posibilidad fue barajada por el ex ministro Mariano Fernández Bermejo sí contaba con la “colaboración” de los implicados.

Evaluación del riesgo

En Catalunya, la Consellería ha creado una herramienta para evaluar el riesgo y decidir quién se somete al tratamiento -que no garantiza al 100% que los violadores no vuelvan a agredir-, que será complementario a la terapia psicológica.

Según un estudio realizado por ese departamento de Generalitat, sólo un 5,5% de los violadores vuelven a cometer agresiones sexuales cuando salen de la cárcel.

La denominada “castración química voluntaria” es una de las propuestas formuladas por la comisión de expertos como medida para reducir la reincidencia de los ex reclusos condenados por agresiones sexuales que presenten un alto riesgo de cometer el mismo delito de nuevo. una vez que salgan en libertad.