morales monterríos | Poeta ganador del Premio Carlos Oroza

“Uno jamás toca el mundo”

“Mi obra es contraria a la poesía actual”

Morales 
Montesinos.
  | // RICARDO GROBAS

Morales Montesinos. | // RICARDO GROBAS

mar m.

Todos los días el poeta chileno Morales Monterríos se levanta a las cuatro de la mañana. Desde ese momento, hasta las 11.00 escribe. Por la tarde, reanuda la tarea.Su vida es la literatura, confiesa para añadir: “También amaso pan”. Quizás esa preparación del manjar lo prepara para una observación en detalle de la vida. El último resultado es “Carbono 14”, poemario con el que ganó la modalidad en castellano del Premio Carlos Oroza. Estos días se encuentra en Vigo durante su primera visita a Galicia.

–El título “Carbono 14” es una prueba de...

–Hoy por hoy es la forma más precisa de saber la edad de una cosa antigua. Este libro es la historia de una caída. Me pareció prudente darle este nombre para retratar la historia de una caída.

–¿Es una autopsia de lo caído?

–Me interesan los procesos más que el resultado. No me interesa una mesa sino qué se hizo en el proceso para llegar a ella.

–Es una poesía de observación, distinta.

–Es muy detallista. El primer poema del libro es la caída de una gota de agua que trata de aferrarse a la hoja. No aparecen en el libro seres humanos. Hay muchos poemas sobre cosas que les pasan a seres humanos. A mí, me gustan más los insectos y las cosas que pasan alrededor.

–¿Qué le interesa más en su obra la palabra, el ritmo...?

–Me interesa el asombro que causa una palabra. Me interesa cómo te miran las palabras. Cuando lees una, creas un contexto alrededor de ella. Me fijo más en lo que esas palabras te dicen.

–Usted tiene una teoría llamativa sobre nuestra relación con el mundo.

–Cuando pisas y dejas una huella en el suelo, las moléculas de la tierra repelen los átamos del pie. Tú nunca tocas el mundo, uno jamás toca el mundo.

–Es decir, somos polvo en suspensión.

–Sí, esa mirada es diferente y dicta algo contrario a lo que dicta la poesía contemporánea de los sentimientos. Esta, en su mayoría, apela a lo que está pasando, al yo, a alguien que sufre, que está sintiendo. Pero en mi poemario estamos en otro ámbito.

–¿Por qué escribe poesía? ¿Qué le ofrece?

–Es el único espacio hoy en día para hacer ciencia sin ser rigurosos. Los métodos de la poesía también demuestran cosas, aunque no es aceptado por la ciencia. Ese espacio no me lo da la ciencia pero sí la poesía. En este espacio sí es aceptado. Estas hipótesis no serían demostrables en el método científico.

–¿El lugar del que procede condiciona su literatura?

–Yo vengo de Isla Negra, Chile, que no es una isla. Es un nombre que acuñó Pablo Neruda. Las piedras son negras y cambian a partir de un momento. El sonido del mar, el rumor del viento, las cigarras en el bosque... deben de algún modo afectar a la escritura.