Entrevista | Miguel Barros Guionista de cine que estrena película en el Festival de Málaga

Miguel Barros, guionista: “Mi nuevo filme tiene algo de ‘Jungla de cristal’ pero en posguerra española”

“’Tratamos demasiado bien a las mujeres’ es un cóctel de géneros caprichoso, alejado de los algoritmos y las leyes del mercado”, señala el guionista buenense que cuenta con Carmen Machi, Antonio de la Torre y Tosar | La película llega a los cines el 15 de marzo

Miguel Barros, en su casa
en Cabo Udra, Bueu,
donde escribió el guion
del filme. // Gonzalo Núñez

Miguel Barros, en su casa en Cabo Udra, Bueu, donde escribió el guion del filme. // Gonzalo Núñez / mar mato

Mar Mato

Mar Mato

El Festival de Cine de Málaga prepara su foco para iniciar hoy las proyecciones. En la sección oficial, la competición por la Biznaga de Oro promete ser dura. Entre las películas en liza, “Tratamos demasiado bien a las mujeres”, interpretada por Carmen Machi, Antonio de la Torre, Luis Tosar y Josele Santiago, cantante de Los Enemigos. La dirección recae en Clara Bilbao, diseñadora de vestuario con varios Goyas en su vitrina. Sin embargo, la idea y el guion son de Miguel Barros (que escribió también las películas y series“Blackthorn”, “Los favoritos de Midas”, “Nadie quiere la noche” o “Gigantes”).

En su casa junto al mar en Galicia, en Cabo Udra (Bueu), parió esta historia de unos maquis que en 1945 deciden asaltar el establecimiento postal de una aldea pirenaica. Su acción amenaza la boda de Remedios, una mujer ya entrada en años que desea, ante todo, casarse. ¿Lo logrará? La respuesta la tendremos en los cines a partir del 15 de marzo y el domingo en el Festival de Málaga.

–A priori, es una excelente carta de presentación para los cines ser seleccionado para este certamen.

–Sin duda es un empujón importante, lo que pasa es que hoy en día las salas de cine suponen un terreno impredecible y difícil. No es lo mismo que hace unos años.

–¿Condiciona a la hora de hacer un guion?

–A los guionistas no nos condiciona porque no puedes o no deberías escribir según las tendencias del mercado o del público. Escribes lo que te gustaría ver o algo en lo que crees. Tienes que ser fiel a tus ideas, a ti mismo o a tus encargos y no calcular si esto va a tener éxito o no, de lo contrario estaríamos escribiendo siempre la misma película. Hoy en día vas con menos expectativas porque el cine es un territorio muy difícil que ha perdido la presencia de años atrás. A cambio, tenemos las películas exhibidas en plataformas que llegan a cientos o millones de personas en distintos países.

Carmen Machi, con Anido en la película.

Carmen Machi, con Anido en la película. / Ficción

–El guion adapta a su manera una novela del escritor francés Raymond Queneau publicada en los años 70. ¿Fue un encargo este filme?

–No, este guion fue una idea mía de hace tiempo. Como es una idea muy marciana, lo preparé como un juego. Lo tenía guardado y la productora gallega Ficción, con la que había trabajado, me preguntó si tenía algún proyecto por desarrollar, que no tuviera derechos, sin vender. Recordé este guion, que tenía en un cajón, y les avisé de que era un proyecto muy loco. Lo leyeron y les entusiasmó; decidieron apostar por él y levantamos la película.

–¿Cómo se cruzó con el libro?

–Me gusta la literatura francesa de esa época. Leí el libro, que tiene un título muy provocador que hemos conservado; bueno, realmente es parecido. Yo preparé una adaptación libre. La premisa de la novela no situaba la historia en España. La novela originalmente está ambientada en Irlanda, con una acción 30 años antes que la del guion. Los personajes son muy diferentes. Yo llevé la película a la España de la posguerra, años 40, y ambientada en el Pirineo. El personaje de la protagonista, Reme, es diferente del de la novela, Sally.

Fotograma de la película.

Fotograma de la película. / Ficción

–Algunas críticas de la novela la señalan como surrealista, ¿está presente ese surrealismo en el guion?

–Sí, hay un componente de surrealismo leve. Por eso, digo que es una historia bastante difícil de clasificar. Es una comedia muy negra con elementos del absurdo, también emocionantes, con cierta melancolía... Es un cóctel de géneros muy caprichoso que da un resultado sorprendente, alejado de los algoritmos y de las leyes del mercado.

–¿Cómo se le ocurrió saltar de Dublín a España; de un asalto a una estación postal irlandesa por parte del IRA a un ataque de los maquis contra el franquismo?

–No lo sé. Siempre quise hacer una película seria sobre el maquis en Galicia o el norte de España. Vi que es una figura importante, con mucho valor y que me gusta mucho, pero me aburría verla siempre de manera tan romántica y perfecta. Pensé que sería divertido, sin quitarles el cariño que les tengo, llevarlo al otro extremo, convertirlos en unos chicos torpones, despistados... llevándolos al absurdo. Me apetecía tener un personaje femenino muy poderoso y no moralmente bueno necesariamente, lo que no es habitual.

Reme, a la que da vida Carmen Machi, vestida de novia, sueña con casarse.

Reme, a la que da vida Carmen Machi, vestida de novia, sueña con casarse. / Ficción

–Viendo el tráiler da la sensación de que no vamos a tener claro el posicionamiento o intenciones de ella hasta el final...

–El posicionamiento moral o político lo veremos pronto pero es un personaje que crece. Empieza como mosquita muerta y quizás acabe no siéndolo. Si viste “La jungla de cristal”, que no tiene nada que ver con esto, recordarás que Willis aparecía encerrado en un edificio eliminando él solo a un grupo terrorista. Digamos que esta película tiene un poco de “Jungla de cristal” pero versión posguerra española.

–La posición de Reme es complicada: ante una foto de Franco jura que lo sobrevivirá; vestida de novia siente cierta simpatía por los maquis insurgentes para enterarnos después de que su prometido es un nacional...

–Ella está a punto de casarse. La pilla en un momento delicado. Es un pueblo humilde. Todo es delicado a su alrededor. Ella es una mujer muy firme que tiene muy claro lo que quiere y lo iremos viendo poco a poco. Nos sorprenderá.

El guionista Miguel Barros, en su casa en Udra.

El guionista Miguel Barros, en su casa en Udra. / Gonzalo Núñez

–Clara Bilbao se estrena en la dirección, ¿por qué ella?

–Es una película hecha básicamente entre amigos. Clara Bilbao es muy amiga mía desde hace más de 30 años (ganaron ambos un premio en la Seminci por el documental “Los sin tierra”). No había dirigido antes cine, sí un par de cortos. Yo sabía que podía dirigir esta película. Fue la única condición que puse al vender el guion, que lo dirigiera ella. Fue un gran riesgo por parte de la productora, lo que yo agradezco. En el riesgo está casi todo. Ella tiene una mente muy creativa. Lleva 30 años en el cine. El vestuario en las películas lo ha afrontado más allá de vestir solo a la gente, lo ve como un elemento narrativo pensando los colores, la acción... Tiene la experiencia de saber qué quiere contar y cómo. Las mujeres están ganando en los festivales, con películas actorales, personales, a partir de experiencias propias... y esta es una película dirigida por una mujer que lleva el punto de vista de las mujeres a un extremo irónico y sarcástico. Me parece novedoso, se sale del tiesto.

El rodaje fue en Lugo en San Simón da Costa"

Miguel Barros

— guionista

–¿Presenció el rodaje?

–Estuve varios días. El rodaje fue todo en Lugo, en San Simón da Costa. Es una aldea preciosa. Ahí se rodó el 90% de la película. Yo vivo en Bueu, a dos horas de allí, y fui varias veces si me necesitaban. Disfruté mucho.

–¿Qué punto de vista ofrece sobre la espera de la muerte en este filme? Es una comedia pero en cualquier momento pueden morir los personajes...

–En esta película en concreto, hay muchos personajes, pero todos tienen una mezcla atractiva, divertida y romántica entre el idealismo por el que el mundo va a ser mejor y la aceptación de que ellos están condenados a la muerte o al olvido. Vivir con esos dos conceptos en la cabeza parece imposible, pero estos personajes, a través del humor, lo tienen asumido, por eso la película tiene un toque melancólico, lo que es habitual en las cosas que escribo, debe ser la influencia gallega. Es una combinación curiosa para una comedia. La muerte llega de manera muy natural, con un poco de tristeza pero natural, no es un drama. El personaje de Remedios no se plantea en ningún momento morir; ella es una superviviente nata.

Suscríbete para seguir leyendo