El Circo del Sol deslumbra de nuevo

Cirque du Soleil despliega desde el miércoles toda su magia en el Multiusos Fontes do Sar, en Santiago. El colorido, la iluminación y el vestuario, la música brasileña y las más increíbles acrobacias componen el nuevo espectáculo de la prestigiosa compañía artística, “Ovo”, que permanecerá en la capital gallega hasta este domingo, día 7 de enero, con funciones a las 20.30 horas hoy y a las 12.30, 16.30 y 20.30 horas mañana, día de Reyes, y a las 12.30 y 16.30 en la jornada de despedida.

“Ovo” recrea un microuniverso poblado por los más variados insectos. A escena salen más de una docena de grillos, una araña roja, bichos palo, mariposas, mariquitas... Un ecosistema colorista y acrobático al que llega un nuevo huésped, una mosca azul que trae a este mundo un huevo, que da título (en portugués) al espectáculo.

Un show familiar que narra una historia de amor y de amistad, de comunidad, y “fácilmente comprensible incluso para niños de 4 o 5 años”, explica Kilian Mongey, uno de los grillos que impresiona a mayores y pequeños con sus saltos mortales en la cama elástica y con números de tumbling, una técnica consistente en encadenar diferentes acrobacias.

Un ecosistema el de este montaje en que los insectos trabajan, comen, luchan, juegan, revolotean y buscan el amor “en un derroche continuo”, cuentan desde el Circo del Sol, “de energía y movimiento”, pero nunca exento de emoción, reconocible por ejemplo cuando los nuevos huéspedes llegan a este “bullicioso” lugar. Un huevo, Ovo, que representa para ellos “todos los enigmas del ciclo de la vida” y que le descubre al público un mundo oculto y secreto de seres que viven “bajo nuestros pies”.

“Ovo”, que comenzó como un espectáculo itinerante de carpa, al modo del circo tradicional en 2009, se renovó en 2016 entrando a escenificar en estadios y auditorios de grandes dimensiones una modificación que permite ahora poder disfrutar de la magia de una producción del Circo del Sol en Fontes do Sar.

Un show por el que circulan hormigas que realizan acrobacias aéreas, como también lo hace su cantante, o la araña roja –que ademas de jugar con telas y quedarse ‘colgada’ por la cabeza o por los pies– lleva a cabo una trepidante escalada vertical por la pared que preside el fondo del escenario de “Ovo”. Junto a ellas, una libélula con tal flexibilidad que realiza equilibrios y contorsionismos con los más variados elementos de la naturaleza, y las acrobacias aéreas, y a dúo, de un par de magníficas mariposas.

Acciones que dejan al público perplejo por su virtuosismo y el desafío a las leyes de la gravedad que, en el caso del ejercito de grillos –13 en total sobre el escenario– son acrobacias encadenadas en suelo y cama elástica, saltos mortales y una original manera de trepar lanzándose a la cama elástica y volando para caminar sobre la pared manteniéndose perpendiculares al suelo. Movimientos enérgicos, simultáneos y frenéticos que hacen las delicias del público.

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