El Premio Nacional de Artesanía viaja a Pazos de Borbén para el cestero Leiro

La creadora de Allariz Inés Rodríguez logró el reconocimiento con su manta D-Leite

Inés Rodríguez y Álvaro Martínez Leiro (iz.); Elena Fabeiro, gerente de Artesanía de Galicia, y Manuel Heredia, director xeral de Comercio.

Inés Rodríguez y Álvaro Martínez Leiro (iz.); Elena Fabeiro, gerente de Artesanía de Galicia, y Manuel Heredia, director xeral de Comercio. / m.m.

Mar Mato

Mar Mato

El Premio Nacional de Artesanía ha recaído este año en Galicia, en concreto, en las manos del cesteiro Álvaro Martínez Leiro, de Pazos de Borbén. En otra modalidad, la de Producto Artesano, triunfó otra creadora gallega: la artesana de Allariz Inés Rodríguez, por su proyecto D-Leite, una manta de bebé que combina la tradición artesanal con la innovación del diseño y la fibra sostenible más biodegradable a partir de la leche. La Xunta, a través de la Fundación Artesanía de Galicia, obtuvo el reconocimiento en la categoría Promociona para entidades públicas por el encuentro Corazón da Artesanía, que se celebra en Agolada.

Es la primera vez que el sector artesano gallego recibe premios en tres de las cinco categorías de manera simultánea y la tercera vez que un artesano gallego recibe el Premio Nacional de Artesanía, con el que ya cuentan el Obradoiro de Gaitas Seivane y Elena Ferro.

En el caso de Martínez Leiro, este respondía ayer a FARO a través del teléfono –aún se encontraba en Madrid, donde se entregaron las distinciones– reconociendo que estaba “contento, pero cos pés no chan”.

Resaltaba que este galardón es lo máximo que puede recibir en España un artesano, al tiempo que recordaba que es el tercer creador gallego en lograrlo después del Obradoiro Seivane de gaitas y productos de música tradicional gallega; y de la zoqueira Elena Ferro.

Resaltó Martínez Leiro que resulta muy “difícil” ganar, ya que en esta ocasión los dos finalistas tenían “nivel estratosférico”. Para él, supone “un orgullo para Galicia” lograr este premio.

En su caso, en los últimos años ha estado realizando bolsos para marcas tan destacadas como Loewe. Reconoció que esta labor es complicada, ya que los plazos son muy estrictos, al tiempo que se ve obligado a “inventar continuamente”. “Colaborei coa sección de desenvolvemento de Loewe, que para min é a sección dos inventos. Ás veces, a cabeza bota fume”, comentó con humor.

No obstante, una vertiente de su trabajo de la que está muy orgulloso es la relacionada con la preservación de la tradición. Su proyecto se basa en la recuperación de haceres tradicionales.

El trabajo más álgido fue la recuperación de las corozas, capas antiguas de junco o paja que él denomina como los impermeables de antes. “Era algo que se estaba perdendo e decidín mobilizarme nese sentido por razóns emocionais. As corozas quedaron en desuso nos anos 70 ou 80, no baúl dos recordos. Eu comecei a recompilar información por toda Galicia, visitando aldeas case deshabitadas. Pasei sete anos percorrendo Galicia para documentar as distintas variedades para difundilo agora. Unha exposición con dez recuperadas amoseinas nunha exposición en Milán e dentro de pouco poderá verse nun lugar máis lonxano pero de momento non podo dicilo”, explicó.

En ese caso, el artesano partió de antiguos trozos de corozas que fue recuperando para analizar cómo habían sido realizados antaño y concluir modos de hacer para reconstruirlos.

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