Entrevista | Mª Dolores de la Puerta Médica, experta en microbiota intestinal

“La microbiota es salud no sólo digestiva; es cerebro, sistema inmunitario, hormonas”

“Tener un intestino feliz nos favorecerá ser más felices”, afirma la médica

La doctora Mª Doloresde la Puerta.

La doctora Mª Doloresde la Puerta. / Eduardo Cano Uribe

La evidencia científica muestra que para alcanzar un estado de salud adecuado es necesario tener una microbiota “sana”. La microbiota no sólo tiene un papel fundamental en la prevención de enfermedades y en el refuerzo del sistema inmunitario, sino que también mejora la salud mental y ayuda a controlar las emociones. La doctora Mª Dolores de la Puerta (Cartagena), médica experta en microbiota intestinal, aborda este fascinante ecosistema, que está conectado con el cerebro, en “Un intestino feliz” (HaperCollins). Tratará este tema mañana (20.00) en el Club FARO DE VIGO.

–Cada vez se habla más de la microbiota, pero ¿qué es, en realidad?

–La microbiota hace referencia al conjunto de microorganismos: bacterias, hongos, levaduras, protozoos, arqueas y parásitos que colonizan nuestro cuerpo. Hay muy pocos sitios estériles en el cuerpo. Pero, por defecto, cuando hablamos de microbiota nos referimos a la intestinal, porque de todos los grupos de microbiota que tenemos, es, sin duda, el más numeroso y el más rico en tipos de microorganismos. Y desde luego el más importante para la salud de todo nuestro cuerpo.

–Cada vez está más demostrada la conexión entre el cerebro y el intestino. ¿Cómo se establece?

–Se establece porque en el intestino también tenemos neuronas, que están comunicadas en tiempo real y con una conexión bidireccional a las del cerebro, por lo que leen el uno al otro todo el tiempo ¿Cómo es ese diálogo entre los dos? Hay dos caminos: uno directo y uno indirecto. El camino directo es el nervio vago, el más largo que tenemos, que comunica directamente el cerebro con todos los órganos que tenemos en el abdomen. Luego hay una conexión indirecta a través de varias sustancias que se producen en el intestino y en el cerebro. Son muy importantes los neurotransmisores, que son las moléculas que determinan los sentimientos: la serotonina que es la más famosa, es la hormona de la felicidad; la oxitocina es la hormona de los afectos; la dopamina, la hormona de la motivación. Y en el intestino también se producen otras muchas moléculas muy importantes, como los ácidos grasos de cadena corta que produce nuestra microbiota para determinar y facilitar ese diálogo entre el sistema nervioso de la tripa que se llama sistema nervioso entérico y el sistema nervioso central.

"Probióticos sí, con mayúsculas, pero hay que elegir el que le vaya bien a cada paciente”

–Últimamente se habla mucho del SIBO (sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado). ¿Por qué está adquiriendo este auge?

–Es verdad que el SIBO suena mucho ahora, pero es una enfermedad más antigua que la microbiota. Un SIBO es un sobrecrecimiento de microorganismos patógenos facultativos, que, al haber disbiosis (desorden en la microbiota intestinal), se van a colonizar el intestino delgado distal. Para mí, lo importante del SIBO no es tanto el sobrecrecimiento de esos microorganismos, sino determinar cuáles son las circunstancias que han permitido ese sobrecrecimiento. Por eso no soy partidaria de arrancar el tratamiento con antibiótico, porque si no se trata la causa, habrá una recidiva tras otra.

–Además de ser fundamental para la salud física y mental, condiciona también nuestros estados de ánimo...

–Claro. En un escenario de una persona muy nerviosa, muy negativa, que se preocupa por todo, se generan neurotransmisores como la adrenalina y noradrenalina, que son mucho más proinflamatorios para la tripa que si estamos en un escenario de serotonina y de GABA, la hormona de la calma.

–¿A la microbiota también le afecta el estrés?

–Mucho. En un contexto de estrés sube mucho el cortisol, que es muy proinflamatorio y muy prodisbiótico.

–¿Tendríamos que mimarla más?

–Tendríamos que mimarla lo máximo posible. La microbiota es salud no sólo digestiva y el eje intestino y cerebro; microbiota es sistema inmunitario, metabolismo, hormonas... Microbiota es salud desde muchos puntos de vista. Yo tengo un post de microbiota y publico todos los días en redes y siempre publico algún aspecto de la microbiota y siempre apoyaro con un artículo científico que muestra que la microbiota está implicada en tantas cosas distintas. 

–¿Cómo cuidar de ella?

–Con una alimentación sana, reduciendo el nivel de estrés con técnicas antiestrés y de respiración, haciendo ejercicio, y con unos buenos hábitos de sueño.

–O sea, que para ser feliz, tenemos que tener un intestino feliz.

–Y al revés: tener un intestino feliz nos favorecerá ser más felices.

–Los probióticos son los productos de moda. ¿Es partidaria de ellos?

–Sí con mayúsculas, pero decir a alguien: “Toma probióticos” es como decirle: “Vete a América”. Vale, pero ¿dónde?, ¿a México, a Canadá, a Estados Unidos? Hoy hay muchos tipos de probióticos: probióticos neuroactivos, probióticos que son más inmunitarios, probióticos que son más estabilizadores básicos... Hay que elegir el tipo de probiótico que cada paciente necesita en cada momento, dependiendo de qué sea lo que queremos conseguir en ese momento.

–¿Cuándo se crea la microbiota de cada persona?

–Hasta no hace mucho tiempo, pensábamos que la primera colonización era en el canal de parto, en el momento del parto. Hoy sabemos que también hay una cantidad, aunque pequeña, de microorganismos n la placenta y en el líquido amniótico, principalmente de lactobacillus. Pero se mantiene la idea de que la gran carga de colonización microbiana que construye la microbiota de cada persona depende del parto y de la lactancia. Éstos son los dos grandes momentos que construyen la microbiota.

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