Entrevista | Rafael Guerrero Psicólogo

“Hay adolescentes y niños con niveles de sufrimiento muy alto”

“Ser emocionalemente inteligente es uno de los mejores recursos que podemos tener”

Rafa Guerrero. 
 // Cedida

Rafa Guerrero. // Cedida / M. gonzález

M. González

M. González

Rafael Guerrero abordará el próximo 30 de marzo en Afundación Vigo la neurobiología del estrés en el cerebro adolescente e infantil. El psicólogo, divulgador y autor de varios libros sobre problemas de gestión emocional, trauma, vínculo afectivo y TDAH impartirá dos charlas; la primera, a las 11: 30, para escolares, titulada “Mi tormenta cerebral en la adolescencia”; y la segunda (18:30), destinada a las familias y profesorado, que lleva por título “Los efectos del estrés sobre el cerebro en la infancia”. El aforo está completo para ambas , aunque existe todavía la posibilidad de conectarse por streaming al encuentro con adolescentes, con reserva previa. Después estará disponible también en Afundación TV.

–¿Cómo es ese cerebro infantil y adolescente del que hablará en sus charlas en Vigo?

–El cerebro del ser humano es tremendamente vulnerable. Somos una especie muy vulnerable, lo cual implica que nuestro sistema nervioso, nuestro cerebro, es muy dependiente del entorno en el que nos encontramos. El desarrollo de ese cerebro no es algo que se haga solo, requiere de unos adultos que sean sensibles, cariñosos, mediante los buenos tratos y el amor; esos serán los ingredientes que hagan que el cerebro pueda crecer, desarrollarse y conectarse de una manera sana. La gasolina que necesita el cerebro está en base al amor, al cariño y a que tengamos adultos que sean sensibles a nuestras necesidades.

–Dice que nos facilitaría comprender el funcionamiento de ese cerebro para comprenderles mejor, para empatizar más con ellos en esta fase del desarrollo.

–Nuestro cerebro y nuestro sistema nervioso es tremendamente complejo, pero es cierto que en las últimas décadas hemos podido ir conociéndolo mejor. Que los adultos, mamá, papá, los maestros, conozcamos cómo funciona el cerebro de nuestros alumnos y niños siempre nos dará algunas claves para poder comprenderles, aunque comprender no es justificar. Que nuestro hijo adolescente haya dado un portazo o nos haya faltado al respeto es una conducta no adecuada y no la puedo justificar, pero la tengo que comprender; tengo que comprender qué es lo que está ocurriendo en el cerebro de ese adolescente para que reaccione de esa manera.

–Habla de dos grandes ventanas de desarrollo, de 0 a 3 años y de 10 a 15, ¿por qué denomina a esta última segunda oportunidad?

–La etapa adolescente es un momento en la vida que implica una reorganización a nivel cerebral y de lo que se trata es de poder reconducir determinados aspectos que no se han reconducido en la etapa infantil, por eso es una segunda oportunidad. El cerebro está madurando y se está orientando hacia una vida y un mundo adulto y por eso es una segunda oportunidad, la oportunidad que tenemos de subirnos al tren por segunda vez.

–¿Existe un mayor grado de estrés en los niños en la actualidad?

–Vivimos en un mundo cada vez más hiperactivado, con mayor estimulación, un mundo cada vez más estresado, sin lugar a dudas; pero nuestros hijos no siempre tienen recursos para gestionar todo eso. La una alimenta a la otra: vivimos en un mundo más difícil de gestionar, pero yo no tengo los suficientes recursos para ello, con lo que nos estamos encontrando en salud mental con niños, preadolescentes y adolescentes con niveles de sufrimiento muy altos, con niveles de estrés, de depresión, con ideas suicidas..., que preocupan mucho.

Rafa Guerrero.

Rafa Guerrero. / Cedida

–¿Son permanentes esos efectos que causa el estrés en el cerebro?

–El cerebro funciona como el órgano de la piel. Si tú te haces un corte puede quedar más o menos cicatriz, pero cicatriz va a quedar. Son esas pequeñas heridas, esos pequeños golpes, traumas, que todos, absolutamente todos, tenemos; pero es que esto no se puede evitar, es imposible que tengas unos padres perfectos y que tengas absolutamente todo lo que tú necesitas, con lo que siempre va a haber momentos de frustración. Ahora, habrá más o menos cicatriz en función de la capacidad que tenga el adulto de reparar, y eso es fundamental.

–¿Falta mucho camino por alcanzar esa crianza con apego seguro?

–Desarrollar un apego seguro en nuestros hijos es fundamental. Que sepan que pueden contar con nosotros, que estamos ahí para protegerles cuando se sientan vulnerables, que confiamos en ellos, empoderarles, estar ahí cada vez que se caigan, literal o metafóricamente, es lo que genera en nuestros niños un apego seguro. Hoy en día existe mucha mitología y falsas creencias en relación a la teoría del apego, pero también muchos padres y madres que se sienten interesados en saber cómo desarrollar un apego seguro en sus hijos y eso es una gran noticia.

–¿Existe el riesgo en caer en la sobreprotección?

–Cuando hablamos del apego seguro hablamos de equilibrio. Dentro de ese equilibrio, que son escalas de grises, puede haber uno más oscuro u otro más claro, pero no deja de ser un gris. La sobreprotección es la protección llevada a un extremo y la negligencia es la ausencia de protección. ¿Cuál prefiero? Ninguna.

–¿Qué otras medidas se pueden aplicar en la crianza?

–Es fundamental proteger a nuestros niños y adolescentes, que fomentemos su autonomía, que creamos en ellos y les empoderemos, que regulemos sus emociones y que dediquemos tiempo de calidad a estar con ellos. También es importante ponerles límites, es algo que va muy de la mano del apego seguro.

La sobreprotección es la protección llevada a un extremo y la negligencia es la ausencia de protección. ¿Cuál prefiero? Ninguna.

–Especial cuidado aquí con los castigos y recompensas.

–El castigo no deja de ser un condicionamiento, una manera de prejuzgar, una manera de adoctrinar o chantajear. De lo que se trata es de poder acoger al niño, con sus virtudes y dificultades, y poder ir cubriendo sus necesidades. Es más importante atender las necesidades del menos, antes que atender mis deseos con el menor, y eso es lo que ocurre muchas veces con los castigos y los premios: si estudias, puedes salir a la calle; si no estudias, no. No deja de ser un chantaje nocivo, que a corto plazo puede resultar efectivo, pero a largo plazo puede generar muchos problemas. La idea es sustituir los castigos por las consecuencias, sabiendo que los castigos son artificiales y que las consecuencias son naturales o son lógicas.

–¿Falta mucha más educación emocional?

–Es algo fundamental. Conectar con las emociones, saber discriminar si lo que sientes es miedo, rabia o pena; ubicarla en el cuerpo, ser consciente de esa emoción y ponerle un nombre, etiquetarla, eso es educación emocional y es algo que va a desarrollar tu inteligencia emocional y ser emocionalmente inteligente es uno de los mejores recursos que podemos tener en nuestro día a día.

FICHA PERSONAL

Rafa Guerrero es licenciado en Psicología Clínica y de la Salud por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), doctor en Educación, experto en Psicología Educativa, máster en Psicoterapia Breve; experto en TDAH, trastornos del aprendizaje y problemas de conducta y experto en Clínica e intervención en trauma mediante EMDR. Director de Darwin Psicólogos, centro especializado en problemas de gestión emocional, trauma, apego y TDAH. 

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