El feminismo de Vigo lanza un grito sin fecha de caducidad

La manifestación central del 8-M en la ciudad fue la más multitudinaria de Galicia reclamando paridad salarial, más servicios públicos y justicia no machista | Participaron 50.000 personas, según la organización; 13.000, según la Policía

Mar Mato

Mar Mato

“A revolución será feminista ou non será”. Fue el colofón del discurso con el que Feminismo Unitario de Vigo dio por finalizada la manifestación del 8-M que organizó en Vigo, una movilización que arrancó desde Plaza de España con una aparentemente exigua participación para ir sumando centenares de integrantes en múltiples puntos del recorrido y llegar a Porta do Sol, el final, con 50.000 personas –según la organización–, unas 13.000 según el cómputo de la Policía local, lo que la convirtió en la más multitudinaria de Galicia.

Tanto una como otra cifra certifican que siguen en pie las ansias de lucha por una sociedad más paritaria, segura y justa para la mujer en Galicia y el Estado español.

Gritando consignas como “Non estamos todas, faltan as asasinadas”, “Non é non, o demais é violación” o “Tranquila, hermana, aquí está tu manada”, la movilización se desplegó por el centro de Vigo en una manifestación unitaria frente a la división de la movilización en Compostela. En A Coruña, la protesta de la noche fue unitaria y congregó a unas 11.000 personas.

Vigo reedita su compromiso con el 8M

Vista general de la manifestación. / Ricardo Grobas

La pancarta de cabeza en Vigo, en la que se leía “Contra a barbarie machista, máis loita feminista”, fue portada por diferentes integrantes de la plataforma vecinal Feminismo Unitario de Vigo. En esta edición, se renunció a que estuvieran presentes cargos institucionales o representantes políticas (aunque sí vimos a Carme Adán en la protesta), seguramente, con el fin de huir de protagonismos, enfrentamientos ideológicos, de poder o malentendidos que minasen la credibilidad de la movilización.

Una de las personas que portó la pancarta durante largo tiempo y que se estrenaba en esta función fue Berta Coronado, una joven estudiante de 27 años de edad con síndrome de Down que defendía su asistencia por ser “o día da muller”. Además de Berta, en la cabeza se pudo ver a mujeres trans, heterosexuales y de distinta condición con lo que refrendaron la unión del feminismo.

Vigo reedita su compromiso con el 8M

Berta Coronado portando la pancarta. / Ricardo Grobas

Además de la pancarta principal, se mostraron otras de diferentes colectivos como Nós Mesmas, PSdeG, CIG, BNG, el movimiento de pensionistas, la Rede de Mulleres Veciñais Contra os Malos Tratos, Comando Igualdade, UGT, Asociación Mulleres e Palabras o Amnistía Internacional.

La movilización fue amenizada no solo por lemas en gritos sino por la batukada feminista y por coreografía que convirtieron la jornada en una fiesta en la que no faltó la revisión del “Pousa, pousa” de A Roda.

La marcha feminista tiñe Vigo de violeta

Mar Mato

El discurso de cierre fue ofrecido de forma compartida por Antía Mariño –de Comando Igualdade– y por Marta Alonso, de Nós Mesmas, las dos pertenecientes a Feminismo Unitario de Vigo.

La primera en hablar fue Mariño quien recalcó que “un ano máis estamos en pé de loita” para exigir una sociedad en la que la igualdad sea una realidad, “unha sociedade na que a violencia e inxustizas que sufrimos as mulleres polo mero de feito de selo sexan inconcebibles”.

La herramienta que proponen para modificar la situación es la educación en las aulas. “Precísase formación, non só discursos baleiros”, enfatizó la joven en la Porta do Sol. Para las organizadoras, la comunidad educativa debe “involucrarse” en la erradicación de actitudes sexistas en las aulas tanto en la infancia como en la adolescencia, propuesta que fue recibida con el coro de la multitud: “Menos discursos, máis recursos”.

La organización rechazó “la política del miedo” que, a su entender, establece la Xunta así como la revictimización de las mujeres víctimas de agresiones sexuales que en muchos casos se niegan a denunciar para volver a revivir lo sufrido al recordarlo ante jueces. “Querémonos libres nunha terra liberada”, gritaron al unísono las participantes para más adelante vociferar: “Se é machista non é xustiza”.

Vigo reedita su compromiso con el 8M

Algunos de los lemas que se pudieron leer. / Ricardo Grobas

Por su parte, Marta Alonso, en su parte del discurso, abogó por una sanidad pública de calidad especialmente en el trato psiquiátrico a las mujeres. Destacó que “somos diversas” y que “tódalas perspectivas son necesarias para unha sociedade xusta e libre”.

No se olvidó de denunciar que las mujeres en general cobran en Galicia que sus compañeros, que son las que más contratos a tiempo parcial tienen, lo que provoca precariedad laboral y que les cueste más jubilarse o perciban un subsidio menor al tener menos años cotizados. “Non somos escravas, somos traballadoras”, coreó en alto la Porta do Sol con voz de mujer.

El feminismo de Vigo lanza un grito sin fecha de caducidad

Ricardo Grobas

Quiso la organización recordar a las mujeres rurales, la defensa del patrimonio natural, la tierra y la soberanía alimentaria y ratificó su apoyo a las mujeres del mundo en situaciones bélicas o de persecución por totalitarismos para finalmente unir sus voces Antía y Marta para gritar: “Abaixo o patriarcado”.

Tras una representante del pueblo gitano lanzar vivas a su comunidad, actuaron As fillas de Cassandra, grupo vigués con un proyecto claramente feminista que interpretó “Lisístrata”, convertida ya en himno y conocida popularmente como “Varre, varre”.

Además de la manifestación principal de la jornada –apoyada también por la Marcha Mundial das Mulleres que reclamó servicios públicos para mejorar la vida de las mujeres; maternidades dignas (con un sistema público de escuelas infantiles con bajas justas remuneradas para una conciliación mejor), educación feminista para transformar el mundo o lograr un sistema en el que la mujer esté ubicada en el centro– en la jornada de ayer hubo también movilizaciones de mañana.

El programa de actos arrancó a las diez de la mañana con el pleno del Consello da Muller en el Concello de Vigo para hora y media después comenzar la manifestación convocada por la CIG que partió de la Doblada hacia la Farola de Urzáiz.

En la pancarta, con fondo violeta, se podía leer “A crise non a imos pagar as traballadoras”. Era portada por sindicalistas de la federación de Industria y de otros sectores de la CIG así como de las secretarías das Mulleres da confederación sindical.

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Manifestación por la mañana. / Alba Villar

Alrededor de 250 personas, principalmente mujeres aunque se podía ver algún hombre, marcharon también hacia el museo MARCO portando banderas gallegas nacionalistas y del 8M así como de la CIG mientras gritaban “Queremos emprego, traballo xa temos”, en alusión a la jornada laboral sin remunerar de gran parte de las mujeres en sus hogares limpiando y dedicándose a diferentes tareas como los cuidados.

Sobre la no convocatoria de huelga un año más, la responsable de la secretaría de las Mujeres de la comarca de Vigo, Esther Mariño, explicó que “se estaba xogando coa folga. Parecía que por ser unha folga de mulleres se estaba descafeinando co apoio incluso dos poderes públicos contra os que berrabamos e as empresas que son parte do problema da discriminación. Decidimos romper con ese xogo. O 8 de marzo debe ser unha xornada combativa e unha folga debe ser un posicionamento en contra das empresas non co beneplácito delas”.

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Estudiantes manifestándose por la mañana. / Alba Villar

Una vez llegaron a la Farola de Urzáiz, allí confluyeron con medio centenar de alumnas y alumnos que iniciaron la segunda manifestación de la mañana, organizada por el Sindicato de Estudiantes que marcharon por la calle Príncipe bajo la lluvia.