Los excesos navideños pasan factura

Los cardiólogos estiman que el colesterol puede subir hasta un 15% tras las fiestas

Un técnico coge un tubo con una muestra sanguínea.

Un técnico coge un tubo con una muestra sanguínea. / THOMAS MUKOYA

Las comidas y cenas con familiares, amigos y compañeros de trabajo, muchas veces acompañadas por sobremesas normalmente aderezadas con dulces y bebidas alcohólicas, que proliferan en las fiestas navideñas, pueden pasar factura. Y no solo por la ganancia de esos molestos kilos de más. Los expertos de la Fundación Española del Corazón (FEC) estiman que durante las navidades, el colesterol puede subir hasta un 15% en aquellas personas que han realizados excesos durante las fiestas.

Según datos del estudio de nutrición y riesgo cardiovascular en España (ENRICA), más de la mitad de los españoles –el 50,5%– tiene hipercolesterolemia, es decir, niveles de colesterol por encima de 200 mg/dl. El mismo estudio destaca que el 46,4% de quienes tienen colesterol elevado, lo desconocen.

Los cardiólogos advierten de que el colesterol alto es uno de los principales factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y aseguran que con un control regular y siguiendo un estilo de vida saludable, se puede prevenir el 80% de las enfermedades cardiovasculares. Por ello, los expertos de la FEC aconsejan realizarse una analítica tras la Navidad, ya que el consumo excesivo de comidas grasas y el incremento de la ingesta de alcohol, así como una despreocupación generalizada hacia la salud cardiovascular hacen que el colesterol aumente y se vaya acumulando en las arterias.

Pero no solo el colesterol puede dispararse durante las vacaciones debido a los excesos y a la relajación de otros hábitos, como la actividad física. La hipertensión y la diabetes, otros dos factores importantes en el riesgo de desarrollo de patologías del corazón y cerebrovasculares, también pueden verse alterados. Al igual que el peso, que puede aumentar debido al azúcar simple y las grasas (habitualmente las menos saludables) que contienen los alimentos típicos de estas fiestas y al aumento del consumo de alcohol.

Jesús Sueiro, médico gallego de atención primaria, asegura que el verdadero problema está en que las personas que comenten excesos en los periodos festivos son quienes menos adhesión tienen a los hábitos saludables, por lo que agravan una situación previa. “Lo realmente preocupante no es pasarse unos días al año, sino hacerlo de forma habitual porque entonces todo va sumando”, afirma el facultativo, que recuerda que el colesterol es solo uno de los factores de riesgo cardiovascular y cerebrovascular, que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) son las principales causas de muerte por enfermedades no transmisibles en el mundo.

El médico aboga por una educación en hábitos de vida saludable y advierte de que de nada sirve hacerse analíticas para conocer datos como el índice de colesterol si después no se actúa. "Si fuese por la cantidad de analíticas que hacemos aquí, seríamos el país más sano del mundo", sostiene.

Añade, sin embargo, que tampoco hay que culpabilizar al paciente que tiene hipercolesterolemia, ya que detrás de esta patología también hay factores no controlables, como el de la edad y el genético. “Más que obsesionarnos con el colesterol, lo realmente importante es cuidarnos todos los días llevando un estilo de vida saludable”, insiste el médico.

“Lo realmente preocupante no es pasarse unos días al año, sino cometer excesos de forma habitual porque entonces todo va sumando”

Jesús Sueiro

— Médico de primaria

Una dieta sana y equilibrada, evitar el sedentarismo y abandonar hábitos como el tabaco y el alcohol son la triada para prevenir estas y otras patologías. En este sentido, recomienda seguir la dieta mediterránea o la atlántica, ricas en frutas y verduras y pescado, y hacer algo de ejercicio, acorde a la capacidad de cada uno: natación, bicicleta, practicar pilates, caminar –entre 30 y 40 minutos al día– e incluso bailar. Eso sí, el ejercicio ha de ser vigoroso.

“Si caminas, por ejemplo, has de hacerlo a cierto ritmo porque tienes que notar dificultad”, explica. Por ello, recomienda llevar un monitor de frecuencia cardiaca para controlar las pulsaciones, especialmente a la gente mayor. La fórmula para controlar la frecuencia cardiaca máxima durante el ejercicio es sencilla: 220 pulsaciones por minuto menos la edad de la persona. Recuerda, además, que hacer ejercicio también contribuye al fortalecimiento muscular, lo que evitará caídas en la senectud.

Asimismo, insta a abandonar hábitos como el tabaquismo y el consumo de alcohol. “El tabaco es el gran enemigo de la salud y una adicción. No creo que nadie que consuma dos cajetillas diarias de tabaco diga que fumar es un placer”, comenta.

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Las dietas mediterránea y atlántica son grandes aliadas frente a patologías como la hipercolesterolemia, la diabetes y la obesidad. Estos son sus secretos:

Alimentos de origen vegetal.

Las verduras, hortalizas y frutas son la principal fuente de vitaminas, minerales y fibra. Se recomienda consumir cinco raciones de fruta y verdura al día.

Aceite de oliva.

Es un alimento rico en vitamina E, beta-carotenos y ácidos grasos monoinsaturados que le confieren propiedades cardioprotectoras.

Pescado azul.

Se recomienda su consumo como mínimo una o dos veces a la semana ya que sus grasas, aunque de origen animal, tienen propiedades muy parecidas a las grasas de origen vegetal.

Pan y cereales.

La pasta, arroz y cereales, especialmente integrales, son indispensables por su composición rica en carbohidratos.

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