Nuestros cuerpos al igual que Ucrania son campos de batalla. La guerra contra el cáncer pasa por diseñar nuevas estrategias y desde la Universidade de Santiago, el CiMUS más el CiQUS no cesan. Su última aportación, que busca reactivar el sistema inmunitario, acaba de ser publicada en la prestigiosa revista “Journal for Immunerotherapy of Cancer”.

“Abrimos una nueva puerta para el desarrollo del tratamiento. Con respecto al tratamiento tradicional contra el cáncer, la diferencia es como si tuviéramos una metralladora que dispara a todas las células [línea tradicional actual] o un francotirado [el nuevo hallazgo]”, explica Eddy Sotelo, profesor titular en la Universidade de Santiago e investigador del Ciqus.

Este experto detalla que “nuestras moléculas actúan de una forma muy selectiva. Hay una zona que se llama microambiente tumoral, una especie de zona protectora que rodea el tumor y que tiene como fin el evitar que sea atacado. Estas moléculas que hemos desarrollado llegan ahí, al microambiente tumoral.Desactivan el bloqueo del sistema inmune con lo cual los linfocitos T (anticuerpos) y las células K son capaces de atacar el cáncer, infiltrarse en esas áreas de difícil acceso(microambiente tumoral), entonces los linfocitos T pueden actuar mejor”.

Lo más destacado es que se trata de fármacos, moléculas, de mucha precisión. Es decir, actúan donde exactamente está el microambiente tumoral. Por ello, forman parte de lo que se denomina como medicina personalizada” al tiempo que se encuadra en la inmunoterapia del cáncer.

Esta última, detalla Sotelo, “es una estrategia que trata de reactivar el sistema inmunitario para que pueda luchar contra las propias células cancerígenas”.

“En la terapia convencional, agrega, se utilizan anticuerpos monoclonales, que son proteínas artificiales que intentan reactivar el sistema inmunitario”.

Los anticuerpos monoclonales son moléculas de gran tamaño que presentan pequeños problemas como efectos adversos. Con su investigación, el Ciqus ha descubierto “unas moléculas pequeñas y un tipo de proteínas relacionadas con ese mecanismo de desactivación de la célula para evitar que el sistema inmune se las cargue”, apunta Eddy Sotelo.

“La gran novedad –recalca– es que son moléculas, fármacos, pequeñas fáciles y baratos de producir, pero con la misma efectividad que los anticuerpos monoclonales que son moléculas grandes, más costosas”.

En cuanto a cuándo llegarían al mercado, aclaró que “no estamos en fase 1. Estamos en la etapa de descubrimiento. Es el primer paso y el más importante. Demostramos que por esta vía se puede atacar el tumor pero hay que seguir demostrando la efectividad de las moléculas y desarrollando las patentes. Hay muchas familias que desean tener estos tratamientos pero no queremos transmitir de que esto estará disponible mañana”.