Portugal se encuentra desde el pasado 1 de diciembre -y hasta el 9 de enero- en estado de calamidad debido al incremento abrupto de las infecciones de COVID-19 de la mano de la nueva variante, ómicron, que ya domina en el país con el 61,5 % de los casos-. El acelerón de nuevas infecciones hizo al gobierno luso avanzar hacia otro nivel de restricciones desde hoy mismo, día de Navidad, adelantando la "semana de contención", con la implantación de varias medidas como el cierre de bares y discotecas y el teletrabajo obligatorio. En esta tesitura, ¿los gallegos pueden cruzar la frontera durante estas fiestas?

Como regla general, toda persona que quiera cruzar la frontera desde Galicia por vía terrestre deberá presentar una PCR negativa realizada en las últimas 72 horas o una prueba de antígenos negativa, en las últimas 48. También podrán poner pie en Portugal los ciudadanos que cuenten con un certificado COVID de la Unión de Europea de recuperación, es decir, que se ha pasado la enfermedad y se puede documentar con una PCR con resultado positivo de hace más de 11 días, pero no más de 180 días.

Las autoridades lusas “no están exigiendo por el momento test de antígenos / PCR” a los que provienen de España y “tienen certificado UE digital”

Esta es la teoría, pero en la práctica, el control de fronteras está siendo más laxo. El pasado 23 de diciembre, el Consulado General de España en Lisboa reafirmó a través de su cuenta de Twitter que las autoridades lusas “no están exigiendo por el momento test antígenos/PCR” a los que provienen de España y “tienen certificado UE digital” -es decir, para los vacunados-.

En el mismo mensaje, el organismo español también advierte que se “mantienen los controles aleatorios en la frontera terrestre”. Estas comprobaciones son efectuadas por la Guarda Nacional Republicana (GNR) y el Servicio de Extranjeros y Fronteras “atendiendo al flujo de tráfico" y priorizando en los controles a los vehículos de países terceros.

Indicador combinado: tasa de notificación de 14 días, tasa de prueba y positividad de la prueba. ECDC

Para los trabajadores fronterizos “que ejerzan su actividad profesional hasta 30 km de la frontera” y los empleados esenciales (transporte de mercancías y pasajeros, servicios de emergencia y rescate, servicios de seguridad y emergencia), las autoridades portuguesas aclaran que podrían presentar en cualquier circunstancia su certificado de vacunación, o, de igual modo, el de diagnóstico o el de recuperación.

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Las multas por no cumplir con las medidas expuestas por el ejecutivo luso podrían ascender a los 800 euros.

Esta condición para el desplazamiento se establece atendiendo al mapa de riesgo de COVID-19 actualizado semanalmente -el último, el pasado jueves- por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), que sitúa a la comunidad gallega en riesgo rojo oscuro según un indicador de carácter combinado: tasa de notificación de 14 días, tasa de prueba y positividad de la prueba.

Portugal cierra sus bares y sus discotecas, pide un test negativo para acceder a alojamientos turísticos y reduce la capacidad en establecimiento comerciales

Cierre de bares y discotecas

Una vez en Portugal, las limitaciones continúan, aunque por el momento la mascarilla sigue siendo únicamente obligatoria en espacios cerrados, a diferencia de España, que la exige desde esta semana también en la calle.

Del 25 de diciembre y hasta el 9 de enero, Portugal cierra sus bares y sus discotecas y reduce la capacidad en establecimientos comerciales a 1 persona por cada 5 metros cuadrados en una época en la que se prevé que una multitud de personas acudan a cambiar sus regalos de Navidad. Así mismo, ha aplazado el período de rebajas, que suele dar comienzo tras el día de Navidad en tierras portuguesas.

Además, exige un test negativo de coronavirus para acceder a cualquier alojamiento turístico, a bodas y bautizos, eventos corporativos, espectáculos culturales y recintos deportivos, y para visitar a pacientes ingresados en centros sanitarios, entre otras limitaciones. Para acceder a restaurantes, pide el certificado de vacunación.

Día 25, 30 y 31 de diciembre y 1 de enero

Amén de lo referido, hoy Navidad y los días 30, fin de año y primero de año, las autoridades lusas requerirán una prueba negativa para acceder a restaurantes -con excepción de las terrazas, donde no será necesario-, casinos y fiestas en Nochevieja -las discotecas continuarán cerradas también durante sus días más taquilleros-. Estas celebraciones permanecerán como excepción porque “había un conjunto de iniciativas ya contratadas” y suprimirlas tendría un impacto económico “brutal”, según el gobierno portugués- se aceptan las pruebas PCR, la prueba rápida de antígenos o la autoprueba realizada al ingresar-.

Del mismo modo, también en el último día del año, se limitan las reuniones en la calle a un máximo de diez personas y se prohíbe el consumo de alcohol en la vía pública.

10.016 (2.927 menos que el viernes) nuevas infecciones y tercer día consecutivo por encima de los 10.000

Así están los datos en Portugal: 100.000 casos activos

Según los últimos datos, la incidencia a 14 días está en 630 casos por 100.000 habitantes, si bien las hospitalizaciones y la mortalidad se mantienen por debajo de las cifras alcanzadas en olas precedentes. Este sábado, el país vecino notificó 10.016 (2.927 menos que el viernes) nuevas infecciones y encadena su tercer día consecutivo por encima de los 10.000, lo que no ocurría desde enero, a raíz de la última actualización de la Direção-Geral da Saúde (DGS).

El total de contagiados activos se eleva, así, a los 99.594, 7.647 más que hace 24 horas.

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Con todo, a pesar de mantener más del doble de casos activos que en la Navidad pasada, Portugal recuenta un número de muertes significativamente menor gracias al proceso de vacunación: este 25, reportó 10 (una menos que ayer), siendo que hace un año la cifra escalaba hasta las 65. En cuanto a su presión hospitalaria, mantiene 807 personas ingresadas (siete menos), de las cuales 152 están en UCI (tres más).