En el Reino Unido lo llamaron ayer “V-Day”, día de la V, de “vacunación” y de “victoria”. Y es que el 8 de diciembre de 2020 pasará a la historia, si se cumplen las previsiones de la ciencia, como el día en el que comenzó la derrota del coronavirus. Una norirlandesa de 90 años llamada Margaret Keenan fue la primera persona en recibir la vacuna de Pfizer y BioNTech, marcando así el punto de partida de una campaña de vacunación global que espera mantener a raya el SARS-CoV-2 a lo largo del próximo año.

Fue a las 6.30 de la madrugada, hora británica, en el Hospital Universitario de Coventry, ciudad del centro de Inglaterra duramente golpeada por los bombardeos nazis durante la II Guerra Mundial, cuando “Maggie” Keenan era solo una niña. Nunca pudo sospechar entonces que, ochenta años después, una compañía estadounidense, Pfizer, y otra alemana, BioNTech, colaborarían para proteger su vida y potencialmente la de 7.800 millones de personas en todo el mundo. “Es el mejor regalo de cumpleaños, adelantado –declaró Keenan, que la próxima semana cumplirá 91 años–, significa que finalmente podré pasar tiempo con mi familia y mis amigos en Año Nuevo después de haber estado prácticamente sola todo el año”.

Nacida en la localidad norirlandesa de Enniskillen, tristemente célebre por el atentado del IRA que en 1987 mató a 12 personas durante un homenaje a los caídos en las dos grandes guerras, Margaret Keenan describió el acontecimiento de ayer como “extraño y maravilloso al mismo tiempo”, y, tirando de ironía inglesa, animó a todo el mundo a seguir su ejemplo: “Si yo la puedo recibir a los 90 años, entonces usted también puede recibirla”, afirmó.

Para redondear el simbolismo británico, la segunda persona en recibir la vacuna fue un hombre de 81 años llamado William Shakespeare, que habló de la inyección como de “la primera piedra de algo que puede cambiar nuestras vidas”.

William Shakespeare recibe la vacuna del COVID-19 en Reino Unido

También recibió atención mediática la sanitaria que administró la primera vacuna: May Parsons, una enfermera de origen filipino; y el director del Sistema Nacional de Salud (NHS) en Inglaterra, Simon Stevens, que subrayó la rapidez con la que se ha logrado este hito: “Menos de un año después de que se diagnosticara el primer caso de esta nueva enfermedad, el NHS facilita ahora la primera vacuna contra la COVID-19 clínicamente aprobada”, remarcó.

La operación de vacunación se inició ayer en medio centenar de hospitales de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Mayores de 80 años y empleados del sector sanitario y de geriátricos son los primeros destinatarios, aunque los residentes deberán esperar a que se perfeccione la operación logística destinada a administrar estos delicados fármacos, que se conservan a -70º C, sin que se rompa la cadena de frío.

El objetivo es inmunizar a 20 millones de británicos. Para ello, el Reino Unido, cuyos reguladores fueron los primeros en aprobar la vacuna, ha comprometido 40 millones de dosis. Doce días después del primer pinchazo, la vacuna de Pfizer y BioNTech aumenta el nivel de protección de quien la recibe, pero el proceso debe completarse a los 21 días con una segunda inyección. Siete días después de esta, la inmunización es ya completa. A los receptores de la vacuna se les entrega una tarjeta que les recuerda la necesidad de la segunda dosis.

El primer ministro británico, Boris Johnson, que fue hospitalizado por COVID-19 en abril, agradeció a sanitarios y científicos hacer posible el comienzo de la vacunación. Biógrafo de Churchill, Johnson podría parafrasear al que fue primer ministro británico durante la II Guerra Mundial para afirmar que “nunca tantos estuvieron agradecidos a tan pocos” (científicos y sanitarios). Como diría también el líder británico que popularizó el signo de la “V” de la victoria, el inicio de la vacunación tal vez no marque el principio del fin de la pandemia, pero sí el fin del principio.

Occidente tendrá inmunidad de grupo en 2021, afirman analistas

Las vacunaciones contra la COVID permitirán que el mundo logre inmunidad de grupo pero de forma muy desigual, dado que EE UU podría conseguirlo en el segundo trimestre de 2021, pero Europa tendría que esperar algunos meses y Latinoamérica casi un año más, advirtieron ayer expertos de la industria farmacéutica. Estos cálculos, presentados por la compañía de análisis Airfinity, muestran que mientras en Occidente esa inmunidad podría lograrse en 2021, en otras regiones habría que esperar incluso hasta 2023.

Subidas en bolsa

Por otra parte, las acciones de Pfizer registraron un repunte del 1,43% en los primeros minutos de cotización en la Bolsa de Nueva York, hasta situarse en 41,84 dólares. El lunes, las acciones de la empresa cerraron la jornada negociándose en 41,25 dólares. Su socia en la vacuna, la empresa alemana BioNTech, que cotiza en el mercado electrónico estadounidense Nasdaq, registró un alza del 3,13% tras el toque de campana, hasta situarse en 129,63 dólares. El lunes, registraba al cierre 125,70 dólares.

Trump declinó comprar más dosis

La administración de Donald Trump rechazó el pasado verano una oferta presentada por Pfizer para comprar dosis adicionales de la vacuna de coronavirus que estaba desarrollando, según informó “The New York Times”, por lo que podría no generar suficientes para Estados Unidos hasta junio de 2021 dado el compromiso que ha adquirido con otras naciones. La información del diario, que dice haber obtenido de “fuentes familiarizadas con el asunto”, sale a la luz en un momento en el que el país trata de hacerse con más vacunas, y un día antes de que Trump tenga previsto firmar una orden ejecutiva para “asegurarse que el gobierno de EE UU le dé prioridad a hacer que las vacunas lleguen a los ciudadanos estadounidenses antes de enviarlas a otras naciones”.

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La agencia de medicamentos de EE UU confirma la eficacia y seguridad del fármaco

La Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, en inglés) confirmó ayer la seguridad y eficacia de la vacuna de la COVID-19 de Pfizer y BioNTech en un primer análisis previo a su autorización, con lo que apuntó que podría comenzarse la vacunación en el país los próximos días. En su análisis, la FDA señaló que la vacuna, la primera considerada para distribución en EE UU, cumplía “con los criterios de éxito prescritos” en un estudio clínico. El reporte señala que la vacuna, que necesita dos dosis, garantiza “la reducción de riesgo de COVID-19 confirmado al menos siete días después de la dosis 2” y “una reducción del riesgo de covid-19 confirmado grave en cualquier momento tras la dosis 1”. El índice de eficacia es del 95% en general y del 94% entre mayores de 65 años (población de riesgo), y por lo tanto es muy superior al 50% que exige la FDA para aprobar candidatas a vacunas contra la COVID-19. Un organismo independiente científico revisará mañana estos resultados, y de concordar con la FDA, abriría la posibilidad de comenzar la distribución este fin de semana. Los cálculos de las autoridades de Estados Unidos apuntan a que antes de fin de año podrían vacunarse 20 millones de personas en el país. Estados Unidos es el país más golpeado del mundo por la pandemia, con más de 15 millones de contagiados y 280.000 muertos, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (EE UU).