Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

ENTREVISTA CON PÉREZ TUR, GENETISTA

Pérez Tur: "Los genes pueden explicar por qué hay pacientes muy graves y otros leves"

El científico participa en un estudio para averiguar las causas por las que unas personas desarrollan formas severas de Covid-19

Jordi Pérez Tur es investigador de genética molecular del Instituto de Biomedicina de Valencia. // FdV

Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han puesto en marcha un estudio genético para identificar el riesgo individual de desarrollar formas graves de Covid-19. El objetivo es averiguar por qué algunos pacientes infectados por el virus apenas sufren afectación clínica, mientras que otros llegan a alcanzar estados de una extraordinaria gravedad, llegando incluso al fallecimiento. La coordinación del estudio corre a cargo de Anna Planas, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona, y junto a ella trabajan otros especialistas de diferentes puntos de España, entre los que se encuentra Jordi Pérez Tur, investigador principal de la unidad de genética molecular del Instituto de Biomedicina de Valencia. Considera que los resultados que se obtengan podrían ayudar a prevenir infecciones graves y descubrir potenciales tratamientos.

- ¿Cuáles son los motivos que les han impulsado a acometer este estudio?

-Desde un primer momento se conoce que la edad avanzada y la presencia de enfermedades crónicas incrementan el riesgo de sufrir una reacción grave al coronavirus, requerir ingreso en la UCI e incluso llegar a fallecer. Pero también estamos viendo que hay pacientes más jóvenes sin patologías previas que desarrollan igualmente formas muy graves de la enfermedad por motivos que ahora mismo son desconocidos. La respuesta a por qué hay pacientes muy graves y otros leves de estas características puede estar en los genes.

- ¿En qué va a consistir la investigación?

-Como digo, lo que vamos a tratar de averiguar es qué personas pueden tener más números de pasarlo mal y quienes tienen menos. El proyecto, por tanto, propone estudiar los genes de inmunidad innata, que no es otra cosa que el sistema de defensas con el que nacemos, para explicar los riesgos de cada persona frente al coronaviris. Todo partiendo de la base de que existen pequeñas variaciones genéticas en la población normal que pueden determinar una capacidad diferente de las personas para responer a las agresiones causadas por ciertas infecciones.

- ¿Cuál va a ser la metodología de trabajo?

-Vamos a analizar un grupo de 200 pacientes del Hospital Clínic de Barcelona. Por un lado se han seleccionado 100 que han sufrido una sintomatología relativamente leve, lo que les ha permitido recibir el alta rápido y sin requerir su ingreso en la UCI, y por otro a 100 más que sí han llegado a estar muy graves y han tenido que pasar por la UCI y estar conectados a la respiración asistida. Se trata de comparar sus muestras voluntarias de ADN, ver el curso de la enfermedad en cada uno de ellos y detectar las diferencias genéticas. Hay que tener en cuenta que el genoma no es idéntico en todas las personas, y que pequeñas variaciones nos hacen diferentes. Por ello queremos ver qué variaciones son las que dejan a una parte de la población más expuesta a las formas más agresivas del virus.

- Si el estudio logra el éxito deseado, ¿cuáles serían los beneficios?

-Nuestra esperanza es que los resultados ayuden a identificar a aquellas personas que tienen más números para enfermar gravemente, dado que son las van a necesitar más protección. Si somos capaces de ello, el personal sanitario tendrá más información para el manejo del enfermo y podrá actuar de una manera u otra, en función del riesgo genético de cada cual. Podría dar soluciones en el proceso inicial de la enfermedad, antes de que alcanzara estadios de mayor gravedad, y contribuir al mismo tiempo a evitar el colapso de los centros sanitarios.

- ¿También se podrían dar pistas respecto a posibles tratamientos?

-Esa es la otra cara del estudio, el descubrimiento de potenciales tratamientos. Esperamos que la investigación nos permita encontrar dianas moleculares para su desarrollo.

- Una de las principales preocupaciones en la fase de desescalada que se acaba de iniciar respecto a las medidas de confinamiento es la capacidad de transmisión de los enfermos asintomáticos, es decir, aquellos que tienen la enfermedad pero que lo desconocen. ¿Son realmente un factor de mucho riesgo?

-Las personas asintomáticas o con síntomas muy leves tienen una menor capacidad de transmisión, puesto que contagian durante menos tiempo. Sin embargo, el peligro radica en que puedan entrar en contacto con alguna persona más sensible y que a partir de ahí se genere un foco importante. Por eso hay que ser muy precavidos y, como se viene diciendo, tratar de realizar test masivos a la población para reducir los riesgos de transmisión todo lo posible.

- ¿Cuáles son los plazos que manejan para conseguir resultados?

-Calculamos que entre mes y medio o dos meses podrían estar los primeros resultados del estudio, y que en dos o tres meses ya lo tendríamos bastante claro, al menos en una primera fase.

Compartir el artículo

stats