Levantar un hospital de campaña no es tarea fácil. No se trata solo de trasladar las camas, los equipos y el material sanitario necesario para la atención de los pacientes sino también de montar toda la infraestructura eléctrica, de fontanería o de gestión de residuos. Hay que conseguir que el médico tenga igual de controlado al enfermo que en un centro convencional, que los sanitarios tengan vestuarios en los que cambiarse y asearse o que el material de protección usado no salga por la misma vía que reciben el nuevo. Se está trabajando a pleno rendimiento para que los hospitales de campaña de Santiago y A Coruña estén disponibles en cuestión de días. El Sergas no descarta usar también el Ifevi en Vigo con los mismos fines, aunque, de momento, cree que la oferta hospitalaria en esta área sanitaria es suficiente.

En Santiago, en el Multiusos Fonte do Sar, se está montando un hospital con capacidad para entre 100 y 150 camas. Expocoruña, por su parte, albergará hasta 300 camas para pacientes con Covid-19 leves. "Nunca hemos montado uno, pero a este ritmo, el hospital de campaña estará listo en días y no muchos", señalaba ayer el gerente del área sanitaria de A Coruña, Luis Verde, que visitó las instalaciones junto al director de procesos asistenciales, Antón Fernández.

El arquitecto del proyecto, José Manuel López Mihura, sin embargo, no se atrevió a hablar de fechas aunque aseguró que "se está trabajando al 100%, a contrarreloj" y que ahora solo falta "ejecutar" un proyecto que "ya está planificado".

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Tanto Luis Verde como Antón Fernández quisieron dejar claro que el hospital de campaña es una medida de prevención, pero no significa que el área sanitaria de A Coruña o Santiago esté al borde del colapso ante el incremento de hospitalizados por coronavirus. El objetivo es estar preparado porque no se sabe cuando va a ser el pico máximo de la pandemia.

El hospital de campaña en A Coruña se ubicará en Expocoruña, un recinto que según el arquitecto que dirige el proyecto "se adapta bien a las exigencias" porque "cuenta con un gran espacio abierto y entradas por todos lados". López Mihura explica que poder habilitar múltiples accesos es clave en un complejo sanitario de estas características. "Tiene que poder haber un acceso para ambulancias, para los profesionales sanitarios, vestuarios y duchas para el personal, un zona de filtro para quienes acaban de salir de atender a un Covid-19 y quienes entran, los carros de lencería limpia no pueden acceder por la misma vía que los de la ropa sucia, hay que habilitar zonas para los residuos, para el material de protección, etc?", señala este arquitecto, quien reconoce que es una tarea "compleja" aunque "más sencilla" que el hospital del Ifema de Madrid, por ejemplo, donde incluyen también área de críticos. "Aquí son pacientes leves y se busca que estén lo más confortables posibles y que los médicos puedan atenderlos y controlarlos con el máximo confort y privacidad posible", sostiene.

La distribución tampoco será igual a la del Ifema. "Se van a habilitar unidades y cada una de ellas tendrá un control médico y de enfermería para el seguimiento de unas 30 camas", señala López Mihura, quien recuerda que construir un hospital de estas características obliga a "instalar tomas eléctricas, datos, trabajos de fontanería, de saneamiento, etc..." y todo ello, recuerda, "en una época que puede haber problemas con algunos suministros". Desde el martes por la tarde ya hay técnicos del Sergas trabajando en el recinto.