La limitación de la actividad física que implica el confinamiento afecta especialmente a quienes una discapacidad ya encorseta. A paliar estos perjuicios ayudan Sara Alonso y Joan Rodríguez, socios en la vida y en el centro iFit de Coruxo, que es también Centro Puente de la Fundación Isidre Esteve. Ambos realizan una sesión diaria de ejercicios, adaptada a la situación, que puede presenciarse en directo o ya grabada en Youtube. Su iniciativa cunde y se sigue en toda España e incluso el extranjero.
Joan Rodríguez aterrizó en Vigo como preparador físico de Fernando Vázquez en el Celta y se quedó por amor, ya resuelto su contrato céltico. Entre sus clientes más famosos, también amigos, se cuenta Isidre Esteve, piloto catalán de rallies que en 2007 quedó parapléjico a raíz de un accidente. Esteve y Joan Rodríguez, entre las iniciativas de su fundación, modelaron el concepto de centro puente, que ayuda a las personas con discapacidad a afrontar la transición del hospital a la cotidianeidad. En Coruxo instalaron su primera sede fuera de Cataluña. Hoy Joan y Sara se encargan de la preparación de deportistas de élite, tanto convencionales como paralímpicos, y usuarios sin otra pretensión que cuidar su salud.
El iFit Center de Coruxo ha tenido que cerrar por el coronavirus, como cualquier gimnasio. Un estorbo para cualquiera. Un severo contratiempo si se sufren lesiones medulares y otro tipo de patologías. "La principal causa de muerte de alguien que está en silla son las enfermedades cardiovasculares. Ellos, por el hecho de estar todo el día sentados, ya son sedentarios", analiza Joan. "Mucha parte de esta población no realiza ninguna actividad".
Sara y Joan han ideado una forma de que sus clientes mantengan una cierta rutina, a la vez que otros se suman. Cada mañana, a las diez de la mañana, los dos ejecutan ejercicios en el salón de su casa. Lo ofrecen en directo: "Puedes seguir los comentarios y es mayor la coña. Después queda en abierto en Youtube para cuando se quiera. Esto es una cosa que hacemos porque nos apetece ayudar a la gente. Ni cobramos ni nada", advierte Joan. "Ya que vamos a estar tiempo así, hemos intentando facilitar al menos una sesión al día con todo el trabajo básico fundamental. Cada discapacidad es diferente. Intentamos hacer cosas que cada uno pueda adaptar a su manera. No es superespecífico. No es rehabilitación ni curar. Se trata de echar una mano a nivel deportivo".
Sara y Joan han organizado esas sesiones en el salón de su casa, uno de pie y otro sentado, en una estructura inclusiva. Emplean material que se pueda encontrar en cualquier domicilio: paquetes de comida, latas, calcetines? "Es la imagen real. Cada uno va a entrenar en el espacio que tiene. Hay quien tiene más suerte y posee una casa con jardín. Pero la mayoría vamos a estar en un piso pequeño. Tratamos de hacerlo en el hábitat que vamos a tener en este tiempo", explica Joan, preparador de María Araújo, Diego Mariño, Elsa Baquerizo o Mila López entre muchos otros.
"Cada sesión tiene movilidad, cardio convencional para subir pulsaciones, con elementos más coordinativos, y una tercera parte en la que combinamos estabilidad central (core), porque las personas con discapacidad tienen tendencia al desequilibrio, con el trabajo compensatorio de hombros, su punto débil", detalla Joan. Han pensado en rutinas que puedan ajustarse a cada lesión medular. Además, el técnico de pie añade "core con trabajo preventivo de hombros, cadera y rodillas. Al final de cada semana lo habremos tocado todo".
En el tramo principal se realizan "entre 8 y 12 minutos de trabajo de alta intensidad. Vamos alternando un ejercicio de fuerza con otro de cardio, lo que se conoce como HIIT (High Intensity Interval Training). Y finalmente, breve vuelta a la cama con estiramientos. Acabamos dicéndoles qué material necesitarán el próximo día", resume.
Sara y Joan han empezado a congregar en sus emisiones a un público muy variopinto, de Madrid, Barcelona, Tenerife e incluso Londres. "A unos los conocemos y a otros no sabemos ni cómo les habrá llegado la información. Supongo que en estos días todo el mundo está en casa, viendo cosas y al final te pueden llegar a través de un amigo o así. Nos ha sorprendido", confiesa Joan, que concluye: "Si más gente se anima a hacer deporte cuando esto acabe, bienvenido sea".
