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"Más control sí; cerrar la frontera, no"

Mientras las restricciones entre Portugal y Galicia no afecten a los trabajadores y mercancías, las empresas pueden soportarlas, pero ir más allá provocaría otro escenario muy complicado

"Más control sí; cerrar la frontera, no"

El contagio por el coronavirus ha forzado un nuevo escenario en las relaciones entre países. Portugal y España han cancelado las conexiones áreas y ferroviarias y han restablecido -al igual que España con Francia y otros países de la UE- los controles en las fronteras terrestres. Desde esta pasada medianoche solo se permite cruzarlas a los españoles y residentes en España, a los trabajadores transfronterizos y a los que acrediten causas de fuerza mayor o situación de necesidad, junto con todo el transporte de mercancías para no detener la producción y garantizar la cadena de abastecimiento. En las zonas fronterizas entre Pontevedra y Portugal se mira de reojo a las nuevas restricciones por si se incrementan, porque entonces sí que se alteraría -aún más- el ecosistema económico y social de un área que tiene su razón de ser en el intercambio comercial, laboral e industrial entre los agentes de dos países. "Preferimos controles más exhaustivos antes que cerrar las fronteras porque eso sería muy complicado para todos", advierten el presidente de la Cámara de Comercio de Tui, Gumersindo Alonso, el alcalde, Enrique Cabaleiro o el presidente de la cámara municipal de Valença, Manuel Lopes.

Los controles tratan de evitar el paso indiscriminado de personas para frenar la transmisión del coronavirus. Empezaron el pasado domingo, con la Guardia Civil controlando los tránsitos con carácter informativo, en el puente internacional de Tui. Pero desde ayer la restricción es legal y afecta a todo la frontera entre España y Portugal. Los desplazamientos personales y de turismo están prohibidos.

"Estamos a la expectativa de lo que pueda pasar, pero mientras no afecte a las mercancías ni a los trabajadores ni a los residentes no hay mayor problema que el generado por el propio Estado de Alarma", cuenta Gumersindo Alonso.

A la Cámara de Comercio de Tui llegaron ayer consultas de las empresas sobre cómo tenían que acreditarse los trabajadores para superar los controles, de la misma forma que se enviaron también a la Delegación del Gobierno en Galicia. Pero, al menos ayer, no se exigía ningún documento especial ni esta previsto hacerlo, aunque al ritmo que evoluciona la crisis del coronavirus, la situación y las restricciones pueden cambiar en cualquier momento.

Durante el domingo y el lunes, la Guardia Civil informaba a todos los que pasaban por el puente de Tui, ya fuera en coche o a pie, de las limitaciones a la movilidad que supone el Estado de Alarma y ya advertían que solo debían cruzarlo por motivos de laborales, profesionales, de residencia o de fuerza mayor, así como todas las mercancías.

Las empresas de la zona transfronteriza funcionaron con la "normalidad" que permite el Estado de Alarma, llegando desde Portugal la materia prima y los componentes para garantizar la producción. Aunque otra cosa es la organización interna del trabajo, con reducción de turnos, control de temperatura de los empleados y tareas de limpieza y desinfección periódicas.

"Tanto Portugal como España se están tomando el problema en serio, pero los controles fronterizos no han generado disfunciones. No hay ningún tipo de problema", asegura Gumersindo Alonso.

La misma opinión tiene el alcalde de Tui, para quien el impacto adicional que provocan las restricciones es "mínimo" mientras las mercancías y los trabajadores transfronterizos puedan mantener su libertad de movimiento. "El problema será si se cierran del todo. Entonces una medida así sí que tendría incidencia. Pero los controles tienen que mantenerse, porque sino la eficacia de las medidas sería muy limitada", asegura Enrique Cabaleiro.

Por parte de Portugal, el "alcalde" de Valença se manifiesta en parecidos términos. No cree que los controles estén afectado al ecosistema transfronterizo. "Ningún problema", dice Manuel Lopes, para quien todo sigue funcionando con normalidad.

Sin embargo, él se muestra convencido de que las restricciones no pasarán del actual punto. Sería inconcebible. "No se puede cerrar la frontera. Lo único que se exigirá será un motivo justificado para cruzarla", declara.

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