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El estado de alarma limitará los movimientos en toda España durante los próximos 15 días

El presidente del Gobierno, ayer durante su intervención ante las cámaras. // Efe

Toda España quedará desde hoy, sábado, en estado de alarma por la pandemia del coronavirus, lo que implicará cuando menos una restricción de movimientos de la población, pero no afectará a los derechos fundamentales reconocidos por la Carta Magna. La excepcional medida, que solo cuenta con el precedente de 2010, desencadenado por la huelga de controladores aéreos, fue anunciada a las tres de la tarde de ayer por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una declaración institucional desde el palacio de La Moncloa. Sánchez avanzó que el número de infectados por el virus se situará la próxima semana en diez mil, cuando anoche se cifraba en 4.231, con 121 fallecidos. "Nos esperan semanas muy duras", advirtió.

El líder socialista, que no detalló las consecuencias que el estado de alarma tendrá en la vida española, sí precisó que se decretará hoy en Consejo de Ministros y se extenderá quince días. Una eventual prórroga de ese plazo deberá ser acordada por el Congreso de los Diputados. Poco después del anuncio presidencial, la OMS declaraba a Europa como centro de la pandemia que se abate sobre el planeta. Un total de 63 países han establecidos restricciones totales o parciales a la entrada en su territorio de viajeros procedentes de España.

La comparecencia de Sánchez, que fue aplazada media hora, tras haber sido anunciada para las dos y media, llegó 24 horas después de que el presidente del Gobierno anunciase un plan de choque de más de 18.000 millones de euros para reforzar el sistema sanitario y paliar las consecuencias económicas de la pandemia.

El objetivo del estado de alarma, explicó Sánchez, será permitir que el Gobierno adopte medidas "excepcionales" contra la "emergencia sanitaria" causada por el coronavirus. Estas iniciativas estarán "orientadas a movilizar todos los recursos del conjunto del Estado", tanto "económicos como sanitarios, públicos y privados, civiles y militares", para "proteger mejor la salud de todos los ciudadanos", en particular de los más vulnerables a la enfermedad, precisó.

El presidente del Gobierno, que previamente había comunicado la decisión al Rey, a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y a los líderes de los principales partidos, adelantó que a lo largo de la tarde de ayer hablaría por teléfono con todos los presidentes y presidentas autonómicas. Su comparecencia remató, de hecho, una intensa mañana marcada por el goteo de medidas que numerosas administraciones autonómicas y locales fueron adoptando para tratar de frenar la velocidad de difusión del contagio. También se prodigaron los llamamientos al Gobierno para actuar con contundencia y rapidez, y abandonar el gradualismo elegido por el Ejecutivo para hacer frente a la crisis.

El alcalde de Madrid, el popular José Luis Martínez Almeida, abogó por el cierre de la ciudad, para el que garantizó "absoluta cooperación" y "lealtad institucional". Almeida publicó ayer un bando en el que llama a los madrileños a la "responsabilidad" y les insta a no salir de sus casas.

La necesidad de este confinamiento de los madrileños se había ido abriendo paso en los últimos días ante la constatación de que numerosos habitantes de la ciudad se están desplazando a sus residencias secundarias en comunidades turísticas, como Galicia, para huir del foco capitalino.

Estas huida han generado malestar entre los habitantes de las zonas de destino, que en algunos casos han llegado a acusar a los madrileños desplazados de irresponsabilidad y de tomarse la cuarentena como unas vacaciones.

En el País Vasco, y adelantándose a la decisión del Gobierno central, el lehendakari, Iñigo Urkullu, anunció a media mañana la activación de una "Declaración de Alerta o Emergencia Sanitaria", que abría la puerta al confinamiento de personas en sus domicilios, a la restricción de acceso a determinadas zonas, o a la limitación de servicios públicos y del consumo de ciertos bienes, en referencia velada a la hostelería. Bien entrada la tarde, Galicia seguía la estela del País Vasco y anunciaba el cierre desde hoy de todos los locales, excepto farmacias, gasolineras y tiendas de alimentación.

Tras la declaración institucional de Pedro Sánchez, el presidente del PP, Pablo Casado, anunció que su partido apoya el estado de alarma y añadió que respaldará al Gobierno en el Congreso si hace falta prorrogarlo dentro de 15 días, ya que son necesarias "medidas extraordinarias para situaciones extraordinarias".

No obstante, Casado, cuyo partido había pedido horas antes a Sánchez "tomar las riendas" y poner en marcha un "mando único" como "le permite la legislación vigente", denunció que el Gobierno ha ido "a remolque de los acontecimientos" y ha cometido "graves negligencias", como "alentar" las manifestaciones "multitudinarias" del 8 de marzo con motivo del Día Internacional de la Mujer.

El líder de Vox, Santiago Abascal, consideró que el estado de alarma llega tarde y acusó a Sánchez de actuar de forma irresponsable ya que, dijo, "sigue dejándolo para mañana", en alusión a la reunión de hoy del Consejo de Ministros. Cs, cuya líder, Inés Arrimadas, había pedido el estado de alarma a primera hora del día, expresó su apoyo y confió en que la medida permita "recuperar el tiempo perdido".

El Ejército, dispuesto

El Ministerio de Defensa confirmó por otra parte que suspende los ejercicios y maniobras de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire en el marco de las medidas puestas en marcha por el Gobierno para contener el brote de Covid-19 en España.

Defensa ya había anunciado la suspensión de los cursos en los centros de la Comunidad de Madrid y el aplazamiento de todos los actos de jura de bandera previstos para las próximas semanas como medida de seguridad para evitar la propagación del coronavirus para evitar el riesgo que puede suponer la congregación de cientos de personas para estos actos, además de los desplazamientos de personal civil y militar que conllevan.

La declaración del estado de alarma no prevé intervenciones específicas de las Fuerzas Armadas, lo que no quiere decir que tales circunstancias no incidan también en la Administración Militar, según subraya el Ministerio de Defensa.

Las Fuerzas Armadas cuentan con medios para colaborar con las autoridades civiles. Por ejemplo, tienen la posibilidad de levantar en un tiempo récord hospitales de campaña con todos los servicios disponibles.

Una de las principales unidades a las que podría recurrir el Gobierno es la Unidad Militar de Emergencias (UME), que cuenta con capacidades biológicas y de contaminación. Desde la unidad han señalado a Europa Press que no cuentan con una orden concreta sobre el estado de alarma, pero están preparados continuamente para aportar sus capacidades cuando sea necesario.

La UME ha trabajado durante los últimos días en extremar las medidas de seguridad frente al coronavirus para mantener siempre el máximo de sus capacidades, adoptando todas las medidas recomendadas por el Ministerio de Sanidad y reforzándolas con algunas instrucciones propias.

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