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Débora Iglesias - Vicedirectora de Ecología y Evolución Marina de la Univ. de California Santa Bárbara

"Estamos comiendo cantidades excesivas de microplásticos"

La bióloga viguesa alerta de que solo Vigo consume 18 millones de botellas plásticas al año

"Estamos comiendo cantidades excesivas de microplásticos"

"Los humanos estamos comiendo cantidades excesivas de microplásticos". La advertencia la realizó en su conferencia ayer en CLUB FARO Débora Iglesias, catedrática, así como vicedirectora del Departamento de Ecología y Evolución Marina de la Universidad de California Santa Bárbara. Bajo el título de "El gran vertedero oculto en los océanos", explicó cómo se está alterando la acidez de los océanos lo que incide en el ecosistema a través del fitoplancton y los animales.

La viguesa Débora Iglesias es una experta en la materia de los microplásticos y, por ello, participará la próxima semana en la cumbre mundial del clima de Naciones Unidas que se celebra en Madrid con una conferencia.

Presentada por José Ramón Rodríguez, profesor de Historia Contemporánea en la Universidade de Vigo, Iglesias explicó que "un pelo de nuestra cabeza tiene aproxidamente el diámetro de 10.000 nanopartículas de plástico, que son muy muy pequeñas. Los organismos como los mejillones y las almejas están continuamente filtrando agua de mar y estas partículas que van acumulando. Estos (moluscos) son comidos por animales más grandes y esos microplásticos se transfieren a otras partes de la cadena trófica".

Así es como llegan al ser humano tras ingerir éste moluscos en los que van depositados los microplásticos, detalló.

La clave está en la presencia de estos plásticos en el mar. Para que el auditorio entendiese cómo se forman esas microsustancias, señaló que "tenemos las botellas de agua. No desaparecen cuando se erosionan, sino que simplemente no las vemos", ya que se van deshaciendo descomponiéndose en microplásticos.

Estas sustancias, advirtió, "pueden tardar siglos en salir del ecosistema. El nanoplástico y microplástico termina en organismos que comemos". Así lo han evidenciado diversos estudios científicos.

El problema de la ingesta de estos plásticos minúsculos radica en que el plástico, generalmente, se fabrica con aditivos. Muchos de estos "son altamente tóxicos", como el bpa o los bisfenoles, citó.

Subrayó que "alteran" el equilibrio de las hormonas en peces y humanos, al ser disruptores endocrinos; al tiempo que una alta exposición a los mismos puede originar cáncer.

Para que las personas asistentes, se hiciesen una idea de lo que el humano le está haciendo al ecosistema con su consumo desenfrenado, ofreció unos cálculos apabullantes. Si se estima que la sexta parte de la población de Vigo compra una botella de plástico al día, esto arrojaría un consumo de 18 millones de estos recipientes al año solo en la urbe olívica, llegando una parte de ellos al mar.

Esta bióloga que se formó inicialmente en la Universidade de Santiago, reconoció que el panorama es lamentable. "Es un problema de salud pública que me preocupa mucho", declaró para, a continuación, indicar que "todo esto parece muy devastador".

En cuanto a las medidas que se podrían tomar para frenarlo o reducirlo considerablemente, apuntó que "no tengo solución para la codicia de las multinacionales y la apatía de los humanos".

No obstante, citó varias actuaciones que se están proponiendo y que están generando controversia. Una de ellas es la geoingeniería. Con algunas medidas, se propone enfriar la Tierra y retirar el CO2 de los océanos.

Como ejemplo, se podría acelerar la erosión, por ejemplo, de rocas que se mezclarían con el agua del mar para "reequilibrar" la acidificación de los océanos a largo plazo.

Otra posibilidad pasaría por la fertilización de los océanos con nutrientes; o colocando espejos en la atmósfera alta para reflejar el calor hacia el espacio.

"En estos momentos, se está considerando este tipo de intervenciones para ayudar a los ecosistemas marinos para recuperar un mejor estado de salud", defendió ayer en CLUB FARO.

En el tramo final de su intervención, señaló que hay una gran esperanza depositada en la joven Greta Thunberg y su movilización masiva solicitando a los políticos que se tomen en serio la difícil situación del clima actual.

En este sentido, Iglesias aseguró que, con la educación, se pueden combatir muchas cosas. "Nuestras acciones como individuos pueden cambiar cosas globales", añadió.

No obstante, también apuntó como necesarias la presión a políticos, el activismo y empoderar al consumidor concienciándolo.

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