"¡Ya puedo respirar libremente... ya me encuentro en mi verdadera atmósfera! Sólo aquí, en este lugar de mis predilecciones, en mi quinta abacial, tan llena de encantos y de misterio, puedo calmar en parte la inquietud que me devora el alma...", asegura el protagonista en los primeros párrafos de la última novela de Rosalía de Castro, "El primer loco", que publicó en Madrid en 1881. Quizás haya quedado algo oculta en medio de la producción literaria poética de la figura estandarte del Rexurdimento gallego.
Ambientada en el Bosque del 'Banquete de Conxo', la novela "El primer loco" transita justamente por los terrenos en los que cuatro años más tarde, justo el año que murió la autora de "Cantares Gallegos", se abrían las puertas de un hospital psiquiátrico. ¿Premonitorio? No tanto, según los estudiosos, ya que la autora, vinculada emocionalmente con Conxo desde su nacimiento, asistió al debate sobre el uso de ese espacio y se opuso firmemente a la tala del bosque. Pidió la no agresión de ese espacio natural. Una Rosalía ecologista, muy interesada en la conservación del medio y en la dignificación del medio ambiente. Así lo desvela el prólogo de una nueva edición, realizada por la Editorial Alvarellos y el Consorcio de Santiago. La versión facsímil e ilustrada de "El primer loco" -subtitulada Cuento extraño- cuenta con un profundo análisis realizado por la poeta, ensayista y doctora en Teoría de la Literatura, María do Cebreiro Rábade y del profesor e investigador vigués de la Princeton University, Germán Labrador. Ambos filólogos están involucrados, además, en el proyecto "Cartografías del afecto y usos públicos de la memoria: un análisis geoespacial de la obra de Rosalía de Castro", financiado por el Gobierno de España con fondos FEDER de la Unión Europea.
La relación con la psiquiatría y también con el espiritismo de Rosalía al que apuntan los investigadores sentará las bases y abrirá caminos para futuras y nuevas interpretaciones de la obra rosaliana, defiende el editor, Henrique Alvarellos. La nueva edición será presentada hoy en Santiago (19.30 horas), en la Fundación Torrente Ballester. Incluye más de veinte impactantes fotografías del Bosque de Conxo que firma Denís Estévez. "Quisimos hacer un libro mestizo, con la galería gráfica a modo de viaje sensorial, que introduce en la prosa de la poeta, que merece una lectura pausada", añade Alvarellos sobre la peripecia editorial, que arrancó en 2013 con la publicación de la obra de Aurelio Aguirre y la recuperación del espacio del Bosque de Conxo. La razón de la edición facsimilar es trasladar al lector a la "experiencia lectora de aquel entonces", justifica Alvarellos.
Espectros y muertos salen al paso del camino de Luis y Pedro en el bosque... "El terreno de la psiquiatría y el espiritismo se toca por primera vez en serio en este estudio de María do Cebreiro y Labrador", avanza el editor.
Y es que toda la trama de "El primer loco" se desarrolla en el bosque del que hoy solo quedan unos 50 robles. "Este tratamiento sensible del mundo natural es una cuestión política, un tema muy de nuestro tiempo. Rosalía es una autora que ya está poniendo el foco desde mediados del siglo XIX en la importancia política del tratamiento el entorno" , incide Do Cebreiro, que propone leer esta obra junto con "Las orillas del Sar". "El estudio continúa la labor iniciada por otros investigadores como Xoán González Millán. Y, efectivamente, entre los aspectos más novedosos se encuentra el espiritismo.
¿Algo paranormal? No parece por el hecho de en esa época el espiritismo fuese un movimiento muy ligado a los movimientos obreros, una corriente utópica -como pudo comprobar Germán Labrador en un panfleto de 1877- y desprovisto del excentricismo del que se dota en la actualidad. Entre las fuentes a las que citan los expertos está la doctora en Historia Dolors Marín.
"En el fondo, Rosalía está defendiendo mejores condiciones para los enfermos mentales, que en aquel momento estaban prácticamente desahuciados", desvela Do Cebreiro. En algún momento de la novela, la autora precisa que están "errantes por los caminos". Así que, desde la perspectiva de la época, un psiquiátrico era lugar de acogida, un techo.
Rosalía fue una narradora consciente, añade Do Cebreiro. La tan actual 'autoficción' fue cultivada por la autora en "Las literatas" y en artículos como "Las costumbres gallegas", una carta tan polémica (tras la que está su rechazo a seguir escribiendo en gallego.) Precisamente ahora, María do Cebreiro y Germán Labrador relacionan ese artículo con el escrito "Domingo de Ramos", que aparece también en el apéndice de la nueva edición. "El primer loco" transpira romanticismo 'victoriano' o tardío; al que inunda a Hoffmann o Edgar Allan Poe -uno de los autores admirados por Rosalía- y al que rinde un tributo en esta novela.
La memoria es otra de las claves. "Le rinde tributo a la memoria perdida", completa María do Cebreiro en una conversación en gallego que finaliza con la invitación a leer la obra de la autora gallega.
