Un trabajo liderado por la investigadora Maria Blasco, directora del CNIO, ha obtenido los primeros ratones nacidos con telómeros mucho más largos de lo normal en su especie. Los resultados, que se publican en Nature Communications, muestran solo consecuencias positivas: los animales viven más con mejor salud, sin cáncer ni obesidad. Lo más relevante para los autores es que por primera vez se ha aumentado significativamente la longevidad sin ninguna modificación genética.

"Este resultado apoya la idea de que, a la hora de determinar la longevidad, los genes no son lo más importante", señala Maria Blasco, autora intelectual del trabajo. Los ratones con telómeros más largos de lo normal en su especie viven de media un 13% más y con mejor salud, sin cáncer ni obesidad.

Fue un hallazgo fortuito hace diez años el que ha conducido a la creación, por parte de investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), de los primeros ratones nacidos con telómeros mucho más largos de lo normal en su especie. Dada la relación entre telómeros y envejecimiento -los telómeros se acortan a lo largo de la vida, así que los organismos más viejos tienen telómeros más cortos-, los científicos se han lanzado a estudiar cómo afecta a los ratones el tener telómeros hiperlargos.

"Este resultado apoya la idea de que, a la hora de determinar la longevidad, los genes no son lo más importante", señala Maria Blasco, jefa del Grupo de Telómeros y Telomerasa del CNIO y autora intelectual del trabajo. "Hay margen para alargar la vida sin alterar el material genético".

Los telómeros conforman el extremo de los cromosomas, en el núcleo de cada célula del cuerpo. Su función es proteger la integridad de la información genética contenida en el ADN. Cada vez que las células se dividen los telómeros se acortan un poco, así que una de las principales características del envejecimiento es la acumulación de telómeros cortos en las células. "El acortamiento de los telómeros se considera uno de los indicadores de envejecimiento, dado que bastan los telómeros cortos para provocar el envejecimiento del organismo y reducir la duración de la vida", se explica en Nature Communications.

El Grupo de Telómeros y Telomerasa del CNIO ya ha demostrado en diversos trabajos que evitando el acortamiento de los telómeros mediante la activación de la enzima alargadora de los telómeros, la telomerasa, se prolonga la longevidad sin efectos secundarios. Pero hasta ahora todas las intervenciones sobre la longitud de los telómeros se han basado en alterar la expresión de los genes, mediante una u otra técnica.

En el trabajo que ahora se publica los autores han logrado que el 100% de las células de los ratones tengan telómeros hiperlargos, con lo que todo rasgo peculiar es atribuible a este fenómeno. Y hay, en efecto, muchas peculiaridades.

"Estos ratones tienen menos cáncer y son más longevos", describen los autores. "Un hecho importante es que son más delgados de lo normal porque acumulan menos grasa. También muestran un menor envejecimiento metabólico, con niveles más bajos de colesterol y LDL (grasa mala), y una mejor tolerancia a la insulina y la glucosa. El daño en su ADN a medida que envejecen es menor y tienen una mejor función de sus mitocondrias, otro de los talones de Aquiles del envejecimiento".

En conclusión, "estos resultados sin precedentes demuestran que los telómeros más largos de lo normal en una especie dada no son perniciosos, sino más bien lo contrario: tienen efectos beneficiosos, como una mayor longevidad, retraso en la edad metabólica y menos cáncer".