Miriam Rodríguez, tercera finalista del programa "Operación Triunfo 2017", quería "mucha verdad" en su debut discográfico, de ahí que, con la ayuda puntual de Pablo López, Vega y Andrés Suárez como coautores, se empeñara en componer canciones que, como indica el título del álbum, son además "Cicatrices". "Cicatrices tengo muchas, porque me caí a menudo de pequeña y hasta tengo la mordedura de un perro, pero siempre digo que te ayudan a recordar lo que pasó", razona la joven coruñesa que, durante la grabación de este trabajo en Los Angeles, añadió a su cuerpo una nueva marca: un tatuaje con forma de disco.

Cuenta Miriam Rodríguez (Pontedeume, 1996) que, en este LP que publica Universal el viernes, la música ha ejercido como un "proceso terapéutico" para "zanjar" por fin algunos temas y sacar todo lo que tenía guardado. "Soy una persona que habla mucho, pero que no exterioriza lo que le pasa", afirma ante una colección de 13 huellas vitales con forma de baladas épicas o "temas buenrollistas", en algunos casos "canciones tristes o reflexivas, aunque todas al final con una lectura positiva: la superación de los miedos".

De hecho, su autora habla de ellas como "cicatrices que ya no duelen" y que muestran la "fortaleza" de la apodada "leona" de "OT 2017", "pero también a una Miriam más vulnerable y sensible que igual el público no había visto hasta ahora".

En "Mejor sin miedo", por ejemplo, pregunta al aire: "¿Dónde está mi lugar?", una cuestión que, a tenor de su paso por el programa de La 1 y por el estilo de sus propias composiciones, tiene más que claro. "No vamos a inventar nada, pero teníamos que ocupar un sitio libre, encontrar un sonido Miriam Rodríguez que no remitiera a nada que ya estuviera en la industria española", explica, aparentemente muy cómoda en el terreno de las "power-ballads" al estilo de uno de sus ídolos, P!nk.