Hoy, 11 de noviembre, se cumple un año del fallecimiento de Chiquito de la Calzada. El espacio "Imprescindibles" de La 2 le dedica esta noche (21.30 horas) el documental "El cantaor de atrás", producción propia de RTVE realizada en San Cugat (Barcelona) y dirigida por Gemma Soriano y Manel Arranz. Un documental que reivindica el humor absurdo, los juegos surrealistas y la influencia en nuestras expresiones (reconocidas por la Real Academia Española) de un cantaor que recorrió el mundo desde la parte de atrás de los escenarios de flamenco hasta convertirse en un fenómeno social y televisivo.

Con entrevistas a Buenafuente, Ernesto Sevilla, Joaquín Reyes o José Mercé, se tejerá la historia de alguien que durante años tuvo que sudar mucho arte para poder llevar un jornal a casa. Después del documental, La 2 completará el homenaje con la película "Brácula: Condemor II" (00:50 horas).

"Dos borrachos en un bar y le dice uno al otro: eres un fistro?" Así arrancaba el chiste con el que se presentó ante el mundo entero Gregorio Sánchez Fernández, Chiquito de la Calzada. Era 1994, en un modesto programa de televisión. Meses más tarde, ya se hablaba del fenómeno del "chiquitazo": no había nadie en este país que no hubiera supiera quien era ese señor de 62 años que contaba unos chistes tópicos y desclasados, que salía a escena dando saltitos y que soltaba palabras sin significado alguno. Para unos era la peor de las criaturas mediáticas de la década de los 90; para otros, Chiquito era un genio, porque sólo alguien que antes de decir o hacer nada en un escenario ya arrancaba una carcajada, está bendecido por una magia especial.

Chiquito aportó al humor una nueva forma de contar los chistes de toda la vida y creó un relato propio lleno de inflexiones y onomatopeyas, con muletillas absurdas. En definitiva, una puesta en escena completamente surrealista que rompía las expectativas del espectador hasta el punto de quedar fascinado esperando una apoteosis final que nunca llegaba.

Intervienen humoristas como Ernesto Sevilla, Joaquín Reyes o Andreu Buenafuente, que analizan el humor del malagueño; compañeros de escenario como José Mercé -que convivió con Chiquito durante sus años de cantaor en Japón-, descubrirán que el secreto de sus chistes estaba en el compás; colegas como Manolo Sarria, tratarán de descifrar el significado de "fistro", junto a escritores como Javier Pérez de Andújar, para quien lo importante de Chiquito es que construyó un lenguaje propio al que todos hemos recurrido. Sin ser fan del personaje, la periodista Mariola Cubells reconocerá también en Chiquito un don especial.

Chiquito de la Calzada nunca buscó la trascendencia de su obra, nunca hizo un análisis del lenguaje de la comedia con la intención de renovarlo o revolucionarlo y, sin embargo, todos los cómicos de este país coinciden en que lo logró y sobre todo consiguió lo más importante a lo que puede aspirar cualquiera que se dedique al oficio del humor: hacer feliz a la gente.