Las grandes plataformas como Google, Facebook o Youtube tendrán que pagar de forma "justa" a los autores de los contenidos que estas multinacionales reproduzcan en sus respectivos servicios. El Parlamento Europeo aprobó ayer, al segundo intento, una reforma histórica de la normativa de derechos de autor para tratar de amoldarla a la realidad digital. Esta modificación -una de las más controvertidas de las que se han debatido en la Eurocámara- aún tiene que negociarse en el Consejo de la Unión Europea y en el ejecutivo comunitario. Volverá a votarse en enero de 2019 antes de empezar su transposición a los 28 países miembros.

Los eurodiputados adoptaron, por 438 votos a favor, 226 en contra y 39 abstenciones, una nueva normativa que pretende evitar que las grandes multinacionales digitales publiquen en sus plataformas o redes sociales contenidos de otros sin pagar por su autoría. Los eurodiputados alcanzaron un texto consensuado donde se flexibilizan algunas obligaciones que se pretendía aplicar a estas plataformas y que habían suscitado su rechazo y el de organizaciones de usuarios. Así, Google, Facebook o Youtube -además Pinterest, SoundCloud, Vimeo, DailyMotion, Flickr o Tumblr, entre otras- deberán establecer sistemas de filtrado de publicaciones de usuarios para asegurarse de que nadie infringe las normas de derechos de autor, si bien no podrá ser mediante vigilancia indiscriminada. Ese era un aspecto muy criticado por temor a que derivase en un nuevo sistema de censura previa. Además, los llamados "meme" y los hipervínculos -acompañados de una descripción de "palabras individuales"- también han sido excluidos del pago de derechos de autor, lo mismo que las plataformas sin ánimo de lucro como Wikipedia. Lo mismo ocurre con las plataformas de "software" de código abierto, como GitHub. Entre las excepciones de indica también que, para no poner trabas a los emprendedores y pymes, se consideran exentas las pequeñas plataformas.

La propuesta final de la Eurocámara busca asegurar que los artistas, en especial músicos, intérpretes, editores y periodistas, reciban una remuneración apropiada por su trabajo cuando se comparte en grandes plataformas y agregadores de noticias. Además convierte a las plataformas y agregadores en responsables de las infracciones de los derechos de autor cometidas en ellas.

Tras el voto, el ponente de la Eurocámara, el conservador alemán Axel Voss, afirmó que estaba "muy satisfecho" porque "pese a la enorme campaña de lobby por parte de los gigantes de internet, ahora una mayoría" del parlamento ha respaldado "la necesidad de proteger y pagar de forma justa a los creadores europeos". "Estoy convencido de que, una vez que se ponga en marcha (la directiva), internet podrá seguir siendo tan libre como es ahora", añadió Voss, en respuesta a las críticas de numerosos usuarios de la red que temen que se coarte su libertad de expresión por las nuevas normas.

Entre otras obligaciones, los gigantes tecnológicos -los que más se oponen al enfoque proteccionista de los autores- tendrán que firmar convenios con los autores y periodistas o sus empresas para reproducir contenido protegido, ya sea un texto entero o solo parte de él. En el caso de los periodistas, el texto prevé que sean los redactores, y no solo sus empresas, los que se beneficien directamente del uso de sus artículos.

Puntos polémicos

Esto último forma parte del controvertido artículo 11 de esta reforma que pretende llamar la atención sobre el hecho de que los sitios webs o las aplicaciones son la vía principal de consumo de prensa para 6 de cada 10 europeos y europeas. Sin embargo, los ingresos en internet de los editores de prensa no compensan las pérdidas del declive del papel.

El otro punto polémico es el artículo 13, sobre la responsabilidad de las plataformas si se sube contenido protegido.

No se establece obligación de establecer un sistema de vigilancia indiscriminado, pero las plataformas sí deberán tomar medidas para evitar violaciones del "copyright" pues serán considerados responsables si las hubiera.

Cualquier medida adoptada por las plataformas para revisar que los documentos subidos a la red no violan las reglas de copyright debe estar diseñada de manera que evite frenar "obras no infractoras".

Además, deberán establecer sistemas de redirección rápidos (operados por personal de la plataforma, no algoritmos) a través de los cuales se puedan registrar quejas cuando un documento sea retirado por error.

La Eurocámara ha querido reforzar asimismo los derechos de negociación de autores e intérpretes, permitiéndoles reclamar remuneración adicional de la parte que explota sus derechos cuando lo acordado en un principio es "desproporcionadamente" inferior a los beneficios obtenidos.

El texto añade que estos beneficios deben incluir los "ingresos indirectos". También deberá dar capacidad a los autores y artistas para revocar o poner fin a la exclusividad de una licencia de explotación por su trabajo si consideran que el titular de los derechos de explotación no está ejerciendo este derecho adecuadamente.