La leucemia linfoblástica aguda (LLA), el tipo de cáncer infantil más común, se genera en dos fases, dentro y fuera del útero, y podría ser prevenible, según un estudio del Centro de Evolución y Cáncer del Instituto de Investigación del Cáncer de Londres publicado en la revista "Nature Reviews Cancer". El estudio revela que la dolencia tiene como causa "un proceso de dos pasos", que incluye una mutación genética inicial, presente en el útero, y la exposición posterior del niño a una infección que activa las mutaciones.

Mel Greaves, autor de dicho estudio, opina que la vulnerabilidad de algunos niños a esas infecciones, provocadas por virus o bacterias, se debería a la baja exposición a microbios en sus primeros días y meses de vida, lo que ocurre sobre todo en las sociedades ricas, donde la LLA es más prevalente. En su opinión, esto indica que la leucemia linfoblástica aguda podría ser prevenible "con tratamientos para estimular y potenciar el sistema inmunológico en la primera infancia", lo que también se conseguiría evitando un exceso de higiene y amamantando al bebé.

Según el estudio, el primer paso en la causalidad de la dolencia "implica una mutación genética que ocurre en el feto antes del nacimiento y que predispone a los niños a la leucemia", si bien solo un 1 % de los que nacen con esta predisposición desarrollan después la enfermedad. El segundo paso también es "crucial", señala, pues la dolencia "se activaría después, durante la infancia, por la exposición a una o más infecciones comunes", principalmente "en niños que tuvieron infancias 'limpias' en su primer año de vida, sin demasiada interacción con otros niños o niños de más edad".