Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Bótox, un aliado contra la migraña

Más de medio millar de pacientes gallegos se inyectan cada tres meses la toxina en 31 puntos de la cabeza

Un doctor aplica una inyección con la toxina botulínica a una paciente viguesa. // M. G. Brea

El bótox se ha convertido en una poderosa arma para combatir la migraña crónica, que está incluida en la cartera sanitaria del Sergas. Miles de pacientes tratados en Galicia y ocho años de aplicación lo confirman, según neurólogos gallegos consultados. Popularmente conocida como herramienta para retoques estéticos o distonías, la toxina botulínica tipo A (o Botox, según su marca comercial) gana cada vez más peso en usos terapéuticos. Junto al Complejo Hospitalario de Santiago, donde se tratan con bótox actualmente unos 600 pacientes, en Vigo el Hospital Povisa fue pionero en la implantación de este tratamiento en la comunidad

Y ahora, miembros del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN) presentan un estudio coordinado por el neurólogo gallego Rogelio Leira y realizado en trece Unidades de Cefalea en España y con casi un millar de pacientes, que ha sido publicado en el ' European Journal of Neurology'. En este trabajo, valoran en la práctica clínica diaria la eficacia y los factores predictores de buena respuesta a la toxina botulínica como tratamiento de la migraña crónica -con dolor diario o casi diario y durante más de 15 días de forma continuada-. "En casos de personas resistentes a otros tratamientos, el uso del bótox demostró gran eficacia", indicó el coordinador. El bótox se infiltra en 31 puntos de la cabeza, en la franja de la frente, zona temporal (encima de la oreja) y occipital (zona superior del cuello). La sustancia bloquea los nervios, paralizando también el dolor. Eso sí, el efecto dura solo unos tres meses. Luego de ese tiempo hay que volver a administrarlo.

Rogelio Leira aclaró a FARO el principal hallazgo de este estudio: "Las posibilidades de que este tratamiento sea eficaz aumentan cuanto menos tiempo pasa entre el momento en que se cronifica la migraña y el inicio del tratamiento". En ese sentido, el neurólogo halló una mejor respuesta en pacientes que la sufrían hace menos de un año, "es más eficaz cuanto más precoz sea el tratamiento". "El análisis de los datos obtenidos muestra que los pacientes que llevan menos tiempo sufriendo esta enfermedad, los que manifiestan menos días de discapacidad por mes y un dolor de cabeza más leve, tienen más oportunidades de responder de forma positiva al tratamiento con toxina botulínica".

En ese dato también incide la doctora Patricia Pozo Rosich, coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN: "Comenzar el tratamiento con toxina botulínica en el primer año después del diagnóstico de migraña crónica aumenta las posibilidades de que los pacientes tengan una respuesta óptima al mismo. Por esa razón, es necesario subrayar la importancia de reducir el tiempo entre el diagnóstico de migraña crónica y el inicio del tratamiento. Sobre todo si tenemos en cuenta que, en España, al menos un 25% de los pacientes que sufren de migraña nunca ha consultado su dolencia con el médico", destaca.

Patricia Pozo indica que durante 12 meses se registraron los días de dolor de cabeza, la intensidad, la medicación sintomática administrada, las visitas a urgencias y los días de discapacidad que experimentaron los pacientes que comenzaron su tratamiento con toxina botulínica. Del estudio se desprende que más del 66% de los pacientes responden positivamente al tratamiento en los primeros tres meses y que, tras un año de tratamiento, casi el 80% de los pacientes con migraña crónica muestran más de un 50% de reducción en el número de dolores de cabeza por mes. En todos estos casos, se produjo una reducción de los dolores de cabeza por mes, de su intensidad y de la utilización de tratamientos y medicación complementaria.

"La administración de toxina botulínica para el dolor de cabeza normalmente se realiza cada tres meses. En algunos pacientes puede llegar a utilizarse en monoterapia, es decir como único tratamiento preventivo. No obstante otros pacientes siguen requiriendo asociarlo con otro tipo de tratamientos preventivos", explica la neuróloga. "El estudio demuestra que ya se produce un cambio en la frecuencia y gravedad de los dolores de cabeza justo después de la primera dosis de toxina botulínica y que la mejoría continúa en las siguientes". Además, según el estudio, continuar el tratamiento hace aumentar el porcentaje de pacientes que muestran una excelente respuesta al mismo: de casi un 20% en los primeros tres meses a casi el 30% al año. Por eso, estos resultados muestran la importancia de continuar el tratamiento con toxina botulínica más allá de la primera dosis, incluso cuando no sea inicialmente extraordinariamente efectiva".

En España, 1,5 millones de personas padecen migraña crónica; una enfermedad muy incapacitante: según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), más de un 70% de los pacientes con migraña presentan una discapacidad.

Rogelio Leira - Neurólogo gallego y coordinador Estudio SEN

"Es muy efectivo, sobre todo en migraña crónica de diagnóstico precoz"

Compartir el artículo

stats