Científicos de la Penn State University (Estados Unidos) han descubierto que el consumo habitual de brócoli, u otras verduras como el repollo o las coles de Bruselas, puede ser beneficioso para evitar problemas intestinales, según un estudio en ratones. "Hay muchas razones por las que queremos ayudar a la salud gastrointestinal, tanto para quienes ya tienen problemas como para evitar otras patologías también relacionadas con la inflamación intestinal, como la artritis o las enfermedades cardiovasculares", ha señalado Gary Perdew, principal autor del estudio. Cuando la función de la pared intestinal está sana el órgano está protegido de toxinas y otros microorganismos que puedan ser perjudiciales, al tiempo que permite a los nutrientes continuar su recorrido.