La posibilidad de dirigir un nuevo programa de cariz humano, sin abandonar su vertiente de incisiva entrevistadora política en El Objetivo, ha enseñado a Ana Pastor a aprender a escuchar y la ha animado a practicar la introspección: "Antes de lanzar una crítica hay que hacérsela a uno mismo".

Pastor (Madrid, 1977) entiende que el estilo de sus entrevistas no guste a todo el mundo, pero reconoce que prefiere sacar a los políticos de su zona de confort y "enfrentar sus contradicciones" porque protegerlos "no es bueno para el país" y no le gusta que le "vacilen". Además, dice, es la manera en la que entiende su trabajo.

Con la espina clavada de que ni Mariano Rajoy, ni Pedro Sánchez ni la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría hayan querido pasar por su programa, en diciembre cumplirá 40 años inmersa en el "lío maravilloso" de estar al frente de dos espacios televisivos: una nueva temporada de El Objetivo y el inédito Dónde estabas entonces.

Como una de las figuras más relevantes de la televisión, considera que el "verdadero cambio" que ha experimentado desde que se hiciera conocida al frente de 59 segundos ha sido la maternidad: "Me gusta pensar que intentar ser mejor madre me hace ser mejor periodista", explica.