El enólogo Luis Buitrón explica que la uva de la cosecha 2017 en la comunidad "está muy sana" aunque , a la vez, sus características permiten intuir que este será "un año enológico"; esto es, "de mucho trabajo en bodega". En determinadas zonas, dice, se encontrarán uvas con "parámetros muy descompensados" y, además, las partidas llegarán a bodega de manera más fraccionada que otros años. "Aunque es una vendimia muy temprana también va a ser muy larga, espaciada", desarrolla Buitrón para pasar a puntualizar que esto se notará más en las zonas afectadas por las heladas del pasado mes de abril, en las que muchos productores tendrán que vendimiar en dos fases diferenciando entre las cepas que no han sido afectadas por el frío de abril y las que sí.

En su opinión, todo ello llevará a que los responsables técnicos de las bodegas se vean obligados a poner en práctica determinadas prácticas enológicas. Entre estas medidas, ejemplifica, se encuentra la de corregir la acidez de los mostos en determinadas zonas en la que este parámetro está bajando demasiado. A su vez, apunta, en el caso de algunos tintos, se notará que, en algunas uvas, la maduración alcohólica no vendrá acompañada de una maduración fenólica; dicho de otro modo, habrá grado pero menos taninos que otros años. En este sentido, Buitrón explica que hay taninos que se extraen de la uva a la venta en el mercado para corregir estas carencias.