Los datos del padrón de Vigo respecto al año 2016 muestran que hay más de 13.000 personas mayores viviendo solas en la ciudad. Pero, como apunta Laura Carballa, la responsable de la sede olívica de la Fundación Amigos dos Maiores, que un individuo resida por su cuenta no está directamente relacionado con que tenga un sentimiento de soledad. "La mayoría de estudios indican que un 59% de las personas mayores que viven solas han mostrado sentimientos de soledad", explica Carballa.

En Galicia el porcentaje de personas mayores de 65 años ronda el 24%, una cifra que se incrementa hasta casi el 30% en las provincias más envejecidas, las de Ourense y Lugo. "Vigo es una ciudad muy dinámica, no tiene un alto porcentaje de mayores pero precisamente se debería aprovechar esa circunstancia para implicar al resto de la sociedad en no percibir a los mayores como un estorbo", destacó el presidente de la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría, Miguel Ángel Vázquez, quien insistió en que Vigo es una ciudad joven que se distingue por las numerosas asociaciones que tienen sus barrios.

Pero Vázquez hizo hincapié en que es necesario implicar a los jóvenes. "Si no se produce ese vínculo intergeneracional es como si hubiese dos ciudades y nos olvidásemos de los mayores, que pasan a ser como una población invisible", dijo. Precisamente, este acuerdo busca "rescatar" esa visibilidad.