La música culta también tiene quien el escriba en Galicia. Una muestra de ello es el estreno absoluto del cuarteto para cuerda "Es gibt dich (Existes)", del violinista y compositor Mario Diz (Pontevedra, 1980), por parte del Cuarteto Bretón, una de las formaciones de interpretación de música contemporánea más destacadas del panorama nacional. Será el sábado día 5, a las 20.30 horas, en el Paraninfo de la Universidad de Santiago.
Junto con "Existes", el Cuarteto Bretón ejecutará el "Cuarteto de cuerdas nº 8" de Shostakóvich y el estreno en España del "Cuarteto de cuerdas nº 6" de Philip Glass, en uno de los conciertos imprescindibles de las Jornadas de Música Contemporánea que se celebran en Santiago. "Para mí, es un lujo poder compartir el programa con estos dos grandes compositores", declara el músico pontevedrés, que reconoce que conseguir estrenos es algo muy complicado. "El mundo de la música clásica o culta vive mucho de reinterpretar las obras más conocidas y el público también exige un poco esto. Y aunque es verdad que ahora se incluye más música contemporánea en las programaciones, que se programe aún sigue siendo difícil", añade.
"Existes" es una pieza de veinte minutos realizada en seis movimientos e inspirada en poemas de Hilde Domin, una de las grandes voces de la lírica germana. Según Diz, este cuarteto para cuerda surgió a raíz del poema que le da título, "Es gibt dich", y se fue completando con otros cinco poemas, uno por cada movimiento.
La armonía y la melodía viajan juntas en la obra de este joven compositor. "Presto mucha atención al plano sonoro y a la armonía, y en consecuencia genero melodía. Creo que estas son las tres bases de mi música. No es música ni ruidista ni difícil de oír, sino que se entiende", explica.
Diz tiene una veintena de obras estrenadas; es profesor de violín y viola en la Escuela Municipal de Música de Santiago; es director del grupo Espazo de Cámara, donde está incluida la Orquesta Universitaria de Santiago, que dirige desde 2010, y es el autor del primer método de violín para niños publicado en Galicia, "Mi primer violín". "Yo me considero un músico y todo lo que sea ejercer este arte es parte de mí, aunque es verdad que la composición en particular es la que me permite poder expresarme en todos los niveles: artístico, formal y también personal", afirma.
En cuanto a la afición a la música culta en Galicia, reconoce que sigue siendo minoritaria. "No tenemos tradición. En otros países, está totalmente asimilada como propia, al igual que aquí lo está la música tradicional, gracias al excelente trabajo que se realizó en los noventa. En general en España, la música es algo anecdótico en la educación obligatoria, aunque también es cierto que los chavales que estudian un instrumento hoy ya no son una minoría. Cada vez son más los que van a escuelas municipales de música, e incluso a conservatorios. Los frutos los veremos en quince o veinte años, aunque aún queda mucho trabajo por hacer", opina.
En este sentido, lamenta que la música, como el resto de humanidades, estén relegadas y asegura que la educación musical es "una necesidad". "Es lo que nos haría más grandes en todos los sentidos, tanto al sistema educativo como a la población", sostiene.
