Eran las 13.00 horas, y el jamón se convertía un año más, y ya van 50 ediciones, en un clásico del verano, un poderoso aliciente que hizo que la carballeira do Cacharado fuera un hervidero de gente.

Aunque se despacharon más de 10.000 raciones, se agotó el producto. La mayoría era de jamón cortado en lonchas, pero también asado, cocido en vino tinto, en empanada o en tortilla. "Más que ningún año", apuntan desde la organización.

A las personas que degustaron el producto por excelencia de A Cañiza hay que sumar los que acudieron para disfrutar de las demás actividades.

No faltó el enxebrismo del carro de vacas llevando el jamón desde el Ayuntamiento, con los niños vestidos con el traje típico de Galicia portando bandejas de jamón, aunque la mayor parte del producto ya estaba siendo servido y depositado en bandejas cuidadosamente envueltas en papel de celofán.

Los asistentes a la fiesta fueron fundamentalmente personas llegadas de toda la comarca, pero también de otras zonas de Galicia, y también pudieron verse turistas del resto de España.

"Nosotros somos de Madrid, estamos de vacaciones en Galicia, y oímos hablar de la fiesta de jamón y quisimos venir", apunta Aurora, que acude a la fiesta con otras tres personas.

Entre los asistentes también un gran número de vecinos de Ourense. "Venimos todos los años porque nos coincide muy bien, fiesta del jamón y empezar las vacaciones... Esto es vida", asegura Manuel, de la ciudad de As Burgas.

"Está todo muy bueno, no es la primera vez que venimos y queremos probar todas las especialidades. Lástima que ya no quede jamón cocinado en vino, pero el año próximo llegaremos antes", afirma Eugenia. A las 11.30 de la mañana ya había público en la Carballeira de Cacharado, donde se celebra este evento en los últimos años, pero a las 12.30 la carballeira estaba totalmente llena.

Fue cuando llegó el carro con las vacas y el público hizo sitio para que pudiera pasar. Los comensales aguantaban en dos filas enormes para adquirir los tiques para degustar el producto.

Mientras tanto algunos espectadores seguían el concurso de cortadores de jamón, en el que los expertos del cuchillo intentaban sacar la mejor puntuación.

Celebrándose la cincuenta edición de la fiesta, el pregonero también fue muy especial, el vecino de A Cañiza, José Luis Bacelar, que recordó a su familia, promotores de la fiesta, entre ellos a su tío Leoncio Bacelar, que en su momento diseñó el cartel, que aún se utiliza hoy

En su repaso por la historia de la fiesta y de A Cañiza, bromeó con su elección como pregonero, para destacar las cualidades del jamón de A Cañiza, que mantiene una gran relación calidad-precio. Sobre el secreto de A Cañiza para curar jamón, aseguró que todavía se está investigando y como parte final indicó que "el elixir de la eterna juventud es el jamón de A Cañiza".

En la fiesta destacaron este año los puestos de vino Rías Baixas de la zona, con una gran afluencia de visitantes.

Asimismo tuvo lugar un maridaje con el Pan de Cea, devolviendo la visita que en su día el jamón de A Cañiza hizo a la feria de este producto. La inauguración de una escultura para conmemorar la fecha fue otro de los actos, presididos por el alcalde, Miguel Domínguez, y con la asistencia del director xeral de Administración Local de la Xunta, Alberto Pazos.