-¿Por qué decidió rodar en Galicia?

-Tengo familia aquí y he pasado muchos veranos y navidades en Galicia. Había una parte de la historia que relacionaba con mi experiencia aquí y me hacía ilusión también por el paisaje. gallego. Lo único que me daba miedo era la lluvia y nos libramos. Aparte empecé a escribir el guion en Galicia, tenía que rodar aquí esta historia.

-El rodaje se desarrolló entre A Coruña, Carballo, Culleredo y Arteixo.

-Rodamos en mucho interior, como en el restaurante Valentín de A Coruña y también en la librería Formatos, que fue la primera en la que entramos Aitor Echevarría [director de fotografía] y yo antes de empezar a rodar, y tras muchas vueltas, acabamos en ella de nuevo. En Carballo rodamos en la playa de Razo, que es preciosa. Esa escena es un momento muy intenso de la película.