Los propietarios de un hotel rural situado en el norte de Portugal que prohibía hacer reservas a homosexuales se vieron obligados a eliminar esta advertencia, que figuraba en su "política de cancelación y condiciones de venta". Así lo contó el periódico luso "Diário de Notícias", que apunta que la divulgación de la noticia por parte de los medios puso en alerta a la Autoridad de Seguridad Alimentaria y Económica, cuyos inspectores abrieron una investigación.