Dos populares rostros del mundo televisivo: el cantante y presentador Bertín Osborne y el humorista Paco Arévalo, se vuelven a unir con "Por humor al arte". Es el último espectáculo dirigido y protagonizado por ellos mismos, con música en directo. En esta nueva entrega, Bertín se convierte en doña Inés mientras Arévalo dará vida a don Juan Tenorio. Una parodia del clásico del siglo XIX para hacer reír al público. El show estará en el Auditorio Mar de Vigo el próximo viernes 27 de noviembre (21.00 horas). "Ahí he comprado nécoras grandes como centollos, ¡palabra!", asegura sobre su última visita a Vigo Arévalo. "Estoy loco por volver", reconoce el cómico.
-Son ustedes toda una pareja bien avenida. ¿Cinco años dura su idilio sobre el escenario?.
-Siempre somos 'Mellizos' en el espectáculo y seguimos porque el público nos respalda. Hemos disfrutado de la compañía de más 500.000 personas a lo largo de 400 representaciones de "Dos caraduras en crisis", que fue un éxito y shows anteriores. También este espectáculo está recogiendo muy buena aceptación y hemos firmado todo el año 2016.
-¿Qué se va a encontrar el púbico de nuevo?.
-Muchas sorpresas en este nuevo espectáculo de Bertín y Arévalo: verme a mí cantar al dúo con él o salir los dos de vaqueros. El contenido es muy divertido y el público está en contacto con nosotros en todo momento e incluso participa.
-Pero tendrán también una fuerte amistad en lo personal para haber llegado hasta aquí...
-En cuanto coincidimos, nos hicimos amigos enseguida, porque hacerse amigo de Bertín es muy fácil; si eres un tío simpático vas a entrarle bien. A nosotros nos cae bien todo tipo de gente; estamos en una sintonía muy parecida. Nos reímos mucho... Y tenemos mucha química.
-"Si a mí me mataron tíos carnales en Paracuellos y lo olvidé, ¿por qué los otros no lo pueden olvidar", dijo Bertín esta semana en una entrevista en la cadena Ser. ¿No cree que unas declaraciones tan polémicas pueden influir en el público que va a sus espectáculos?
-Bertín es una persona que se cabrea... Y sí, tenía familia en Paracuellos. Una guerra civil como la que tuvimos no la quiere nadie; hubo a quien le tocó estar en un frente o en otro. Era difícil renegar. En el caso de mi padre, llegó a ser teniente del ejército rojo [republicano] aunque no comulgaba especialmente con algunas ideas de izquierdas. No somos personas que queramos remover lo de atrás, hay que pasar página. No podemos estar viviendo continuamente en el pasado. Conmigo, ni la derecha ni la izquierda ha tenido ningún problema. Yo era un chaval cuando estaba Franco y no tengo nada en contra...
-¿Usted y su familia no tuvieron represalias tras la guerra civil por la implicación de su padre?
-No. Él está cobrando incluso una jubilación por el ejército. Yo no voy presumiendo de que mi padre estuviera luchando con los 'rojos': le tocó. Simplemente lo cuento porque habrá muchos casos en España. Mi padre tiene 98 años y aún es un tipo simpatiquísimo, de hecho de él he aprendido la mímica y la comicidad.
-Tampoco creerá en la necesidad de la memoria histórica.
-Vamos a pasar página que bastante follón tenemos por ahí fuera. Ha habido una situación lamentable en España y Dios quiera que no vuelva a ocurrir.
-A Arévalo ya lo "mataron" hace años, según una falsa información que circuló por las redes.
-Creo que no se deben de gastar bromas con la muerte. A mí me han matado ya varias veces y me parece lamentable, alguna supuestamente donde yo moría "en extrañas circunstancias" y hay quien se lleva un susto de muerte.
-¿No ha cambiado nada su humor con el paso del tiempo?
-Nosotros tenemos un humor clásico: es cotidiano y entendible aunque con alguna ironía y va con el momento.
-¿No cree que es políticamente incorrecto representar a ciertos colectivos?
-En el humor, siempre que hagas reír a las personas que vienen a verte, para mí es políticamente correcto. Yo no me meto con nadie. Que no puede hablar de gays... o de alguien a quien se le han cruzado dos cables... Pues creo que es un personaje cotidiano que hay en la vida, desgraciadamente.
