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Gallegos en el Hollywood del tebeo

Dibujantes que trabajan para las principales editoriales americanas de cómic como Marvel, DC e Image relatan su salto de superhéroes

Página de "Trazo de tiza", de Miguelanxo Prado, en su edición americana.

No soñaban con dibujar a Superman ni a Batman ni con ser leídos por miles de aficionados en las páginas de las principales editoriales del cómic estadounidense como Marvel, DC Cómics, Images, Dark Horse o Boom! Studios. Pero ahí están, cumpliendo el sueño americano. Un puñado de dibujantes gallegos ha conquistado el Hollywood del cómic y son celebridades en el mundo de los amantes de los superhéroes.

El pontevedrés José Luis García López (1948) fue uno de los primeros gallegos que, hace ya cuarenta años, se lanzaron a la conquista. Tras él siguieron varias generaciones de valientes y hoy ya hay toda una oleada de treintañeros que imitan sus pasos.

José Luis solo vio una forma de abrirse camino en Estados Unidos: plantarse allí con sus dibujos y llamar a todas las puertas. Hoy, los dibujantes apenas tienen que salir de sus casas; incluso, si quieren, pueden asomarse al otro lado del Atlántico desde su aldea gallega. Sólo necesitan su enorme talento, conexión a internet y un guiño de la suerte. Aunque también la competencia es mucho más fuerte que en los años 70 del siglo pasado. Eso sí, todos coinciden que para dar el gran salto es imprescindible dejarse ver por los principales salones de cómic europeos, donde acuden editores de las principales editoriales estadounidenses, para mostrarles sus propuestas y, sólo quizás, cerrar la visita con un apretón de manos.

Firmar un contrato con Marvel o DC aporta a estos dibujantes -acostumbrados al trabajo esporádico y a la inestabilidad continua- una inesperada comodidad, aunque no es completamente gratuita. "Te pagan muy bien y te sientes de repente arropado por una multinacional, pero a veces te das cuenta que eso no es todo lo que soñabas porque desaparecen tus señas de identidad", advierte Emma Ríos (Vilagarcía de Arousa, 1976), una de las escasas mujeres en el mundo del cómic y que mejor se ha abierto camino en el Hollywood del tebeo.

Emma no lo niega: está feliz y cumpliendo su sueño. La artista trabajaba como arquitecta en un estudio que montó con otros dos amigos. Dibujaba tebeos en sus horas libres y los autopublicaba, al tiempo que se mantenía muy activa mostrando su obra en internet. Emma pensaba que era imposible vivir exclusivamente de su gran pasión, hasta que el mercado francés se fijó en ella y la editorial estadounidense Boom! Studios le ofreció, en 2007, una miniserie de cuatro números que funcionó muy bien.

Y Emma se lanzó sin mirar siquiera abajo. Toda una superheroína. Dejó su trabajo en el estudio de arquitectura y decidió emprender la aventura americana. "Era arriesgado pero he tenido mucha suerte y en seguida me salió una oferta con Marvel, con los que estuve cuatro años dibujando Spiderman, Doctor Extraño, Daredevil... Trabajar con superhéroes era muy divertido y Marvel te paga muy bien pero la obra no te pertenece y me interesaba más el trabajo de autor, así que di un nuevo salto", relata.

Fue así como Emma tendió su mano a la editorial independiente Image para llevar a cabo su primer trabajo de producción propia: "Pretty Deadly (Bella Muerte)", junto a la guionista Kelly Sue DeConnick. Emma asegura que actualmente se puede trabajar en el mercado estadounidense desde Galicia, "en zapatillas y con mis gatos", y espera que dure "este momento fascinante".

Coger el tren

David Rubín (Ourense, 1977) no pensaba en el mercado estadounidense hace un par de años cuando estaba perfectamente asentado en el español y en la recta final de su exitoso "Beowulf". Sin embargo, se dio cuenta de que no podía dejar pasar la oportunidad que le brindaba Paul Pope para dar vida a su heroína Aurora West, a la que la crítica apunta como uno de los mejores personajes femeninos de la historia del cómic americano.

Tras la exitosa estela de Aurora, Rubín tuvo la oportunidad de publicar en el mercado estadounidense otras dos de sus grandes piezas, "El Héroe" (con Dark Horse, otra de las grandes editoriales americanas) y "Beowulf" (que saldrá a principios del año que viene con Image), ambas publicadas en español por Astiberri. Y es que Rubín navega sin problemas entre ambas orillas. "Publicar en Estados Unidos beneficia a las obras que publico en España y para mí es muy importante mantener mis lectores españoles; tener siempre un equilibrio", apunta.

"El momento de Aurora West" es un spin-off de la primera entrega de "Battling Boy", una obra con la que Pope ha vendido más de 50.000 ejemplares. De este universo emerge Aurora West, la heroína adolescente que se debate entre buscar al asesino de su madre y la lucha por encontrar su lugar en este mundo dominado por monstruos.

"Para mí dibujar a Aurora fue un golpe de aire fresco después de haber estado trabajando en dos personajes tan masculinos como los de 'El héroe' y 'Beowulf'; además, es un personaje que ha logrado acercar el género a muchas chicas jóvenes que solo leían manga y valoraron esta apuesta por el protagonismo de una mujer no sexualizada, sino joven y fuerte", apunta Rubín.

Precisamente esta semana ha salido publicado en Estados Unidos el segundo tomo de Aurora West, mientras que en España salió hace una semana. "Normalmente sucede al revés, pero esta vez nos adelantamos nosotros", sonríe el dibujante ourensano.

Rubín asegura que, en el aspecto práctico, para él no hay ninguna diferencia entre trabajar para un cómic estadounidense y otro español. "Yo siempre me escribo con los guionistas, en inglés o en español, y vamos apuntando detalles... No importa nada la distancia", afirma. Tampoco siente la falta de libertad que otros apuntan como cuota por trabajar con los grandes, como Marvel. "En ambos casos tengo la misma libertad creativa; nunca me han cambiado nada, no me puedo quejar. La principal diferencia es el presupuesto, que allí es bastante mejor", destaca.

Gracias al éxito de Aurora, el pasado verano Rubín cumplió un nuevo encargo con el mercado estadounidense, "The fiction", una miniserie de cuatro números, editada por Boom! Estudios, que en España se publicará a finales de noviembre con Astiberri. "Publicar en Estados Unidos es 50% esfuerzo y 50% suerte; lo cierto es que hay lectores que te tienen en consideración solo cuando publicas en Estados Unidos", lamenta.

Para Miguelanxo Prado (A Coruña, 1958), uno de los grandes ilustradores gallegos y Premio Nacional de Cómic en 2013, el salto a la Gran Manzana fue relativamente sencillo. "Cuando llevaba tres o cuatro libros publicados en España, una editorial norteamericana, NBM Publishing, se interesó por editarlos", cuenta.

Prado destaca que las fronteras entre los proyectos americanos y los europeos se han ido diluyendo. "Las editoriales han abierto el concepto de historieta; los autores ingleses, especialmente, ayudaron mucho a que se incorporasen poco a poco matices y no todo fuera acción y fantasía, sino que los superhéroes también podían reflexionar".

Miguelanxo vivió varios años en California para trabajar en la serie "Men in Black", cuyo productor era Steven Spielberg, y fue uno de los siete dibujantes escogidos por el guionista británico Neil Gaiman para participar en la antología "The Sandman: Endless Nights (DC/Vertigo, 2003)", que fue uno de los eventos editoriales del año en el mercado estadounidense. El dibujante gallego ilustró la tercera historieta del libro, "The heart of a star".

"Hoy entrar en contacto con las editoriales americanas es posible a través de las redes especializadas y, sobre todo, participando en los principales salones del cómic, aunque lo cierto es que los españoles seguimos siendo exóticos en ese mercado y tenemos un tipo de lector muy concreto", reflexiona.

Coincide con él y le admira Xurxo Peralta (A Coruña, 1976), que acaba de publicar en USA el libro "8House: Kiem", publicado por Image Comics y con guión de Brandon Graham. Xurxo se formó en Bellas Artes en Pontevedra y realizó un máster de Artes Visuales en Estados Unidos y, a su regreso, decidió dedicarse de pleno a la ilustración y el dibujo. "En el Salón del Cómic de Barcelona entré en contacto con la Marvel y me encargaron algunos pequeños trabajos, aunque mi estilo no encaja mucho en sus grandes tiradas", advierte. "En Marvel te marcan de forma muy concreta lo que tienes que hacer y están muy encima de lo que producen", añade Peralta, así que no dudó en navegar entre una editorial y otra con sus superhéroes e historias de ciencia ficción. "Vivir solo del cómic es muy complicado, así que lo he ido compaginando con producciones audiovisuales, storyboards... pero ahora estoy muy ilusionado con esta historia que comparto con Graham porque tenemos ideas muy afines", asegura el creador.

Javi Montes también empezó compaginando la ilustración con el diseño gráfico, aunque desde hace 15 años se dedica en exclusiva a trabajos como dibujante y colorista. "Empecé a trabajar con Marvel de la mano del agente David Macho, coloreando un par de tebeos de Hulk y poco después colaboré con DC en un par de series y también con su departamento de licencias, coloreando ilustraciones para merchandising. Pero trabajé poco tiempo para ellos. Casi todo mi trabajo como colorista ha sido para el mercado franco-belga", destaca. "Las publicaciones que tengo ahora en Estados Unidos vienen todas de la mano de Humanoids, la filial americana de Les Humanoïdes Associés, de álbumes que he coloreado para ellos y que se editan tanto en Estados Unidos como en Francia. Me parece importante tener público en cualquier país, cuantos más mejor", asevera.

"Aventuras de un oficinista japonés" (editado en EE UU por Nobrow Press) fue el billete de partida a América e Inglaterra de José Domingo, de 33 años. La obra consiguió el Premio a la Mejor Obra Nacional en el Salón del Cómic de Barcelona en 2012 y fue nominada a los Premios Eisner en la categoría de Mejor Edición de Material Extranjero en 2014.

Su último trabajo para el mercado norteamericano es el libro infantil "Pablo & Jane and the Hot Air Contraption", un encargo de Flying Eye Books, que en España publica Astiberri este viernes bajo el título "Pablo & Jane en la Dimensión de los Monstruos". "Para mí es fundamental que mi obra, que se mueve siempre dentro del cómic de autor, se lea también en España, pero no podemos negar que entrar en el mercado americano es importante porque hay un público potencial muy grande y las obras que se publican allí tienen más posibilidades por ejemplo de tener una adaptación audiovisual", apunta

"Yo me moví bastante en los salones del cómic y fue en el de Anguleme donde descubrieron a mi oficinista japonés. Desde luego, si te quedas en casa es difícil que surjan nuevas oportunidades pero la verdad es que Estados Unidos aún no lo he pisado", confiesa. Pero Domingo sí está en los hogares de miles de norteamericanos. Poder de superhéroe.

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