Explicó Joaquín del Valle-Inclán que la amputación del brazo de su abuelo se produjo "tras una de las muchas reyertas de café". "Lo del Café de la Montaña fue un accidente. En una discusión, [el periodista] Manolo Bueno le dio un bastonazo, produciéndole una herida en la cabeza y otra en la muñeca". El médico trató la lesión más llamativa, la de la cabeza, y la fractura conminuta de cúbito y radio en el antebrazo izquierdo recibió un mal tratamiento y se infectó. "No hubo más remedio que amputarlo", dijo el nieto del escritor, quien "siguió siendo amigo de Manolo Bueno toda su vida".

Preguntado por Manuel Ángel Candelas sobre el supuesto carácter "pendenciero" de su abuelo, Joaquín del Valle-Inclán contestó a la gallega: "Sí y no. Todos los de la generación de Valle y la posterior se batieron en duelo. Incluso Ramiro de Maeztu, presidente de la Liga contra el Duelo, llamaba al 'campo del honor' si se le faltaba al respeto. Los periódicos tenían duelistas profesionales. La agresividad verbal fue marca de la época. Mi abuelo tenía un carácter explosivo, pero se le pasaba enseguida".

Galicia, Vigo y Faro

El último biógrafo de Valle-Inclán, del que el próximo año se celebrará el sesquicentenario de su nacimiento en Vilanova de Arousa (1866), dijo que el escritor apreciaba Galicia y era apreciado aquí, pese a sus largas estancias en Madrid. "Era amigo de Castelao", dijo. Estuvo a punto de instalarse en Vigo y en 1935 visitó la redacción de FARO DE VIGO, que fue el único periódico que dio la noticia de su llegada de México en 1893. Tras su muerte, en 1936, Maside publicó en FARO el dibujo de la cabeza de Valle fallecido.