El mundo de la política y de la cultura ha rendido hoy homenaje al teórico y galleguista Ramón Piñeiro cuando se cumple un siglo de su nacimiento y se ha colocado una placa conmemorativa en el número 15 de la Rúa Xelmírez, donde vivió desde mediados de la década de 1950 hasta su muerte, en 1990.

En este emotivo acto, el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, ha destacado el enorme poder del ilustre intelectual para "generar consensos", hecho que le permitió llevar a cabo "una intensa actividad política y cultural", impulsando o participando en numerosos proyectos e instituciones culturales, siempre con "respeto" y con un "espíritu integrador".

Ese ánimo de querer "siempre sumar" lo ha convertido en un "referente de la historia contemporánea de Galicia", ha observado este representante autonómico, que ha estado acompañado por los secretarios generales de Política Lingüística, Valentín García, y Cultura, Anxo Lorenzo.

El alcalde en funciones de Compostela, Agustín Hernández (PP), ha señalado que esta ceremonia era una "deuda" con una figura que "nos debe seguir inspirando en un futuro", no en vano Ramón Piñeiro es "un símbolo del galleguismo" y un hombre que se define por su "gran dimensión humana".

Agustín Hernández ha ensalzado el papel del intelectual que siempre practicó un "galleguismo sin exclusión", ejecutado de una manera "abierta y tolerante" y que logró situar al galleguismo como una condición que es "un patrimonio común", y la cual no necesita de protestas para expresarse.

El presidente de la Real Academia Galega (RAG), Xesús Alonso Montero, ha procedido a poner voz al texto "Foi sen dúbida un cidadán heroico", que realza las virtudes de Ramón Piñeiro, pese a las dificultades de la época en la que le tocó vivir.

Esta lectura la complementó el autor Salvador García-Bodaño, con un poema propio dedicado a su "querido amigo", honrado con motivo de la mencionada efeméride.

El secretario general de Cultura, Anxo Lorenzo, ha sido otro de los asistentes, así como representantes de algunas de las principales instituciones en las que Ramón Piñeiro tuvo un protagonismo especial, como el director de la Editorial Galaxia, Víctor Freixanes, quien resaltó la "energía" que transmite ahora la calle de Xelmírez, en el edificio número 15, que acoge la placa.

En él se dejó una "huella imborrable" para la construcción del futuro de la cultura gallega, un camino iniciado por "una generación de gigantes".

Francisco Domínguez, presidente de la Fundación Penzol, en la que Ramón Piñeiro fue muy activo, remarcó el papel del distinguido por ser "uno de los grandes sementadores de nuestra realidad cultural" y añadió que le "debemos, en gran medida, la Galicia que tenemos hoy".

El de este domingo ha sido el primero de los actos que se celebrarán este año en recuerdo de la relevante figura de Ramón Piñeiro.