Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Gallegos en la cima

Isabel Ben Batalla y Marcos Seoane Souto: "La ciencia te atrapa; poner tu granito de arena al conocimiento engancha"

La pareja de científicos combate el cáncer en sendos grupos del Centro Médico Universitario de Hamburgo-Eppendorf

Isabel y Marcos, en los canales de Speicherstadt, el distrito de almacenes más grande del mundo, en el Puerto de Hamburgo.

La carrera científica y la historia en común de esta pareja de investigadores gallegos arranca en el campus compostelano, mientras realizaban la tesis en el departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina, y continúa desde 2011 en Hamburgo, donde libran la batalla contra el cáncer en dos grupos adscritos al Centro Médico Universitario de Hamburgo-Eppendorf. Isabel Ben (Porto do Son, 1980) tachaba cada mes en el calendario hasta que cumplió 4 años en la ciudad alemana. Era el límite que se habían fijado, pero los tijeretazos en ciencia les han obligado a posponer un regreso al que ni ella ni Marcos Seoane (Narón, 1975) renuncian. "Parece que no nos necesitan o no hay lugar para nosotros. Los programas que garantizaban una reincorporación se han recortado y en los últimos dos años la cantidad de españoles aquí ha aumentado de manera tremenda. Es una pena que, tras invertir en nuestra formación, el país no nos aproveche. Sin embargo, los alemanes están encantados", lamentan.

Isabel fue la primera en llegar a Hamburgo para incorporarse al equipo de Sonja Loges, que estudia nuevas terapias en el Campus Forschung, y Marcos solo tardó un mes en recibir una oferta del profesor Martin Horstmann, del Centro de Cáncer Infantil de Hamburgo, una fundación que también pertenece a la universidad.

Ella trabaja en nuevas dianas para vencer la resistencia del cáncer de mama a las terapias antiangiogénicas -que inhiben o reducen la formación de vasos sanguíneos para evitar que los tumores se expandan- y también estudia la progresión de diferentes tipos de leucemia y cómo el bloqueo del receptor Axl mejora el pronóstico y la supervivencia. En este proyecto colaboran con la farmacéutica noruega BerGenBio, que ya ha empezado a realizar ensayos clínicos en pacientes.

Marcos, por su parte, se centra en los melanomas, concretamente, en la proteína MITF, encargada de regular la pigmentación de nuestra piel. "Hemos descubierto que también está implicada en el proceso de formación del tumor y reparación del ADN. Esto provoca una proliferación de las células cancerosas y también las hace más resistentes a la quimio y la radioterapia, uno de los principales problemas en el tratamiento de esta enfermedad", explica.

La pareja aplaude de Alemania los niveles de inversión y el respeto por el papel de la ciencia, así como la conexión entre la investigación básica y la cama del enfermo. "Puedes ver cómo tus resultados llegan a él. Recuerdo que en Santiago había una pelea constante por conseguir muestras de pacientes. Aquí nos las facilitan todos los días para poder probar nuevos tratamientos en animales. Es una ventaja enorme", destaca Marcos.

Desde Hamburgo contemplan el desmantelamiento del sistema de I+D español: "En Galicia hacíamos buena ciencia pero los recursos que tienen aquí están a años luz y la brecha que se ha abierto estos años es estratosférica. España tardará años en recuperar lo perdido". Así las cosas, al grupo de Marcos se reincorporará en unos meses un amigo investigador gallego. "¡Y mi jefe me pregunta por más!", exclama.

Además de enriquecer sus plantillas, los alemanes han descubierto nuestra gastronomía: "Les gustan las salchichas pero cuando ven una empanada o una tortilla... ¡Y el licor café les encanta!", bromean.

A pesar de que la espontaneidad no forma parte del carácter germano, Isabel y Marcos han acabado haciendo buenos amigos entre los locales y ya se han sumado a la tradición de las barbacoas. "El primer año nos hacía mucha gracia que en cuanto hacía un día de sol todos se iban al parque, pero luego nos dimos cuenta de que hay muy pocos durante el año y nos compramos una portátil", revelan entre risas.

Ambos comparten el entusiasmo por su profesión. "La ciencia te atrapa. Poner tu granito de arena al conocimiento engancha", asegura Marcos. "Aunque también hay veces que quieres dejarla. Pero como dice mi abuela ´Nunca choveu que non escampara´", añade Isabel.

Las parejas son habituales en la comunidad científica, aseguran, y para ellos conlleva más ventajas que inconvenientes. "No tenemos ese problema de que no desconectamos al llegar a casa. Ocurre al revés, entendemos mejor que el otro tenga que ir a trabajar de noche o en fin de semana", dice Marcos. E Isabel lo ratifica: "Es mucho más fácil y además nos podemos ayudar. Nunca hemos trabajado en el mismo grupo pero ser pareja es un apoyo personal y profesional".

Compartir el artículo

stats