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Un repaso por la historia del arte de la costura

La ilustración de moda, puntada a puntada

La investigadora viguesa Marta Riera publica el primer libro de la temática en España: dos siglos de arte en revistas - Tras el esplendor en los años 30 y su desaparición con la fotografía, "resurge" en aplicaciones móviles o el textil

Un viaje que une la ilustración y la moda llevó a la investigadora e ilustradora viguesa Marta Riera a disfrutar con los figurines a doble página de "El Correo de Ultramar" y con la revista "Mujer"; con las creaciones ingeniadas por Gruau y Bosch, en el Museo de Pontevedra o a sumergirse en la vasta bibliografía de la Biblioteca Nacional y el Museo del Traje de Madrid. También, a recrear la vista sobre dos grandes nombres, Sáenz de Tejada y García Benito, autores de portadas para "Vogue" o "Vanity Fair".

De esa profunda exploración nace "200 años de ilustración de moda en España", el primer libro sobre la historia de las imágenes de moda en España, que repasa su evolución desde el siglo XIX a la actualidad. Y su autora, profesora de Dibujo del centro de Estudos Superiores de Deseño Textil e Moda (Esdemga) de la Universidad de Vigo, Marta Riera, se declara "satisfecha" con la publicación, que cierra un ciclo de siete años.

Portada de "Vogue" de García Benito, en 1932.

A todo color, vanguardistas en el diseño y evocadoras de un estilo de vida sugerente en los años treinta, bajo el influjo del Art Decó, las ilustraciones que recopila en su trabajo hablan también de la sociedad en la que fueron concebidas. Y llegan hasta la actualidad, donde han sabido mantenerse en prensa y adaptarse a nuevos soportes: aplicaciones móviles, decoración, textil... "Afortunadamente la moda y la ilustración están cada vez más presentes en los museos", asegura la ilustradora formada en Sevilla, Florencia y San Francisco.

Uno de los objetivos con los que cumple la autora en este libro es, precisamente, hacer justicia con algunos meritorios autores, "aún desconocidos por los pocos estudios que existen sobre sus obras y poner en valor su trabajo, así como la de figuras contemporáneas". Entre los artistas cercanos destaca al vigués Federico Ribas. "Además de un dibujante increíble fue un precursor del diseño gráfico en nuestro país. Entendió y asimiló las nuevas corrientes en publicidad y las aplicó con acierto y sensibilidad", explica la profesora. Además de las ilustraciones para las principales revistas de su época, Federico Ribas realizó infinidad de anuncios: "desde la conservera Massó a la Perfumería Gal, de la que fue director artístico durante muchos años", añade.

Si tiene que quedarse con un autor, -más bien pseudónimo-, Marta Riera elige a Aristo Téllez y las ilustraciones de la revista "Alta Costura", sin firmar, de 1963. La ilustración de moda tuvo su boom a mitad del siglo XX y en las siguientes décadas la fotografía fue imponiendo su dominio hasta que la hizo desaparecer, a partir de los años 50- 60. Pero la buena noticia es el resurgir actual de este arte. "El ilustrador disfruta de una libertad creativa y formal enorme al prescindir de la representación literal de la prenda. A esto ha contribuido también la tecnología digital e internet", comenta en primera persona, ya que es autora también de un blog en el que incluye varias creaciones propias en las que el dibujo convive con telas, botones e hilos. "La ilustración constituye una alternativa sugerente y fresca a la fotografía", defiende. También en publicidad -destaca Riera- "porque sirve para que un producto pueda distinguirse de sus competidores a través de una imagen única". "Incluso aquellos ajenos a la moda, utilizan su poder evocador para venderse."

A la pregunta de ¿por qué ha tardado tanto este libro?, la experta responde que "seguramente porque la ilustración ha sido vista como un arte menor, y más en el caso de la ilustración de moda, que normalmente está vinculada a prensa, y por tanto se trata de imágenes efímeras".

De hecho, en aquellos países que gozan de una mayor tradición de ilustración y donde la industria de la moda fue históricamente más sólida, sí existen estudios similares. La obra llega a cargo de una editorial de Barcelona (Comanegra), especializada en investigación, y la autora agradece a dos instituciones su apoyo: la escuela Esdemga y la Diputación de Pontevedra.

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