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Un domingo de muchos tiros al aire en Ourense

Los cazadores del Palmés, muestran un conejo. // Iñaki Osorio

Las sensaciones que dejó la primera jornada de la temporada de caza en Ourense fueron poco positivas; la población de conejo parece elevada, pero en el primer día las capturas solo fueron regulares en toda la provincia para los 8.000 ourensanos que salieron a los montes para poder llevarse buenas capturas. Y es que la jornada de ayer desplegó la peor meteorología posible para la caza; por la mañana una intensa niebla, pero por la tarde un calor intenso que es el peor enemigo de los perros, que apenas son capaces de seguir los rastros de las presas. En los montes la estampa de ver a los cazadores dando aguas a sus perros se convirtió ayer en habitual.

Con mayor o menor botín las cuadrillas de ayer se echaron al monte, regresaron a casa con algunas piezas, sobre todo de perdiz y jabalí y pocos conejos, lo más abundante en los montes ourensanos. Las primeras horas de la mañana fueron las más fructíferas y resultó sencillo levantar alguna captura a pesar de que los perros todavía no están rodados. De hecho, muchos cazadores reconocían que la primera jornada de la temporada sirve sobre todo para matar el gusanillo, entrenar con más seriedad a los canes, y que estos comiencen a abrir paso entre la maleza para futuras cacerías. Esperan que en el plazo de una semana y con algo de lluvia, las capturas vayan a más.

Antonio Reinoso, el presidente de la Federación Gallega de Caza en Ourense hacía una valoración al finalizar la jornada de ayer: "Ha sido un día aceptable en algunas localidades en cuanto a la caza mayor, no tanto en la menor, pues hubo menos capturas en lo que ¡refiere a la caza del conejo".

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