El Papa ha asegurado que los problemas de la Iglesia se resuelven "confrontándose", "discutiendo" y "rezando" y no con "chismes", "celos" o "envidias". "¿Me habéis entendido? Nada de chismes, nada de envidias, nada de celos. ¿Capito?", dijo dirigiéndose a los fieles que acudieron ayer en la plaza de San Pedro al rezo del Regina Coelis, que sustituye al Angelus en tiempo pascual.

En su catequesis Francisco citó la lectura de los Hechos de los Apóstoles que muestra las primeras tensiones en el cristianismo para ilustrar que "existen los conflictos en la vida" pero que el "problema" es "cómo se afrontan". Así explicó que en los primeros tiempos "la comunidad cristiana estuvo favorecida por la pertenencia a una única etnia y cultura, la judía" pero que cuando el cristianismo se abrió al ámbito cultural griego "surgieron las primeras dificultades porque "hay descontento, quejas, rumores de favoritismo y de trato desigual". "Esto también sucede en las parroquias".