Cuchús Pimentel se presentó ayer ante su audiencia en el local Xancarajazz de Vigo con el ánimo más triste, quizás, que haya tenido nunca. Horas antes de su concierto, conversaba con FARO. "Pensé en no tocar, pero el mejor homenaje que se le puede hacer a Paco de Lucía es tocar y seguir con la vida normal", explicaba ayer de mañana este músico gallego de guitarra flamenca, considerado el mejor discípulo de la herencia De Lucía en Galicia.

- ¿Cómo recibió la noticia?

-Me llamaron de una radio para hacerme preguntas y me enteré a través de ellos. La verdad es que aún no me lo creo. No se me mete en la cabeza que sea verdad. Nunca pensé que esto iba a pasar tan pronto. Así de golpe...

- ¿Tiene previsto tocar algo de Paco de Lucía en directo?

- No, el mejor tributo es no tocar su música. No se puede superar su forma de tocar, ni siquiera igualar. Sé de buena tinta que a él no le gustaba que otros tocaran su música.

- He leído que escuchar su disco Entre dos aguas fue decisivo para usted en su carrera musical hacia el flamenco.

- Sí, yo estaba empezando con la guitarra clásica, comenzaba a tocar canciones con los colegas. Cuando salió Entre dos aguas, fue un impacto total. Hasta entonces, los grandes guitarristas eran los músicos de rock de fuera y, de repente, surge un guitarrista español que tocaba con Santana; lo valoramos mucho. Él mostró que se podía tocar la guitarra sin amplificador. Fue una motivación.

- ¿Lo llegó a conocer en vida?

- Hablé dos veces con él. Recuerdo que era un hombre reservado, muy tranquilo. Daba mucha calma y serenidad escucharlo, las mismas que sentías cuando oías su música.

- ¿Qué destacaría usted de l legado de Paco de Lucía como músico?

- Tenía una forma creativa de entender la guitarra, no el esquema clásico. Fue el mejor del mundo tocando la guitarra y será recordado como uno de los grandes músicos de la historia. A partir de él, el flamenco se hizo más creativo. Antes de Entre dos aguas, la forma de tocar la guitarra obedecía a una forma más tradicional.