Germán Coppini respiraba por todos sus poros ansias de vida y de trabajar. En este 2013, destacaban su último trabajo con Lemuripop y el disco América herida con canciones de cantautores americanos. A ellos, se sumaban un trabajo acabado pero pendiente de presentación y publicación con la banda andaluza Néctar; y otra iniciativa con Miguel Costas, exguitarrista de Siniestro Total y compañero de banda en los primeros conciertos de los 80. Este último explicaba ayer que "teníamos un proyecto en común para rescatar canciones de la primera época de los grupos en los que habíamos estado".

Sin embargo, su enfermedad hepática dejó en suspenso los proyectos. "No esperábamos nadie, ni él ni yo, el desenlace de la enfermedad", comentaba ayer por teléfono Costas, quien destacó de Coppini que "es un artista, un buen letrista y buen cantante; pero su trabajo no fue reconocido".

Sobre esto último, añadió que "lo ponen en su sitio algunos medios ahora". "Durante su carrera, muchos lo obviaron. Cuando la gente trabaja, no importa mucho y cuando te mueres, viene el reconocimiento", se quejó el músico, cuyo último disco hasta el momento ha sido Alguien tenía que hacerlo, un álbum con temas de inconformismo punk que presentó en El Ensanche, en Vigo, con una actuación con nota; de hecho estaba nominado al premio Maketón al mejor directo.

Volviendo a la figura de Coppini, Costas apuntó que su defunción "fue un palo terrible". Hay que recordar que Costas fue el primero en dar a conocer al público la muerte del que había sido letrista de Golpes Bajos.

"Estuve en contacto con el responsable de su compañía discográfica que me tuvo informado hasta el últimoo momento cuando su hígado dejó de funcionar (a causa de un cáncer). Germán llevaba un mes hospitalizado. Creo que no sabía muy bien el alcance de su enfermedad, que en la última semana tuvo un deterioro muy agresivo".

Miguel Costas tuvo un recuerdo muy especial para el Coppini que se mostraba sobre el escenario. "Él seguía siendo tímido ahora pero se transformaba al salir al escenario, tenía fuerza y carisma y una voz única. Era completo, ecléctico, podía ser punk o cantar boleros. Decía que estaba empezando a cantar bien", agregó el guitarrista.

Respecto a las rencillas y "odios" por haber dejado Siniestro Total -alguna gente tachó a Coppini de ´traidor´-, Costas apuntó que "son tonterías. La gente se fija en chorradas. En aquellos tiempos, éramos grupos muy dispares pero más o menos nos llevábamos bien".

Gracias desde Cuba

El fallecimiento de Coppini tuvo eco en las redes sociales y en medios nacionales pero también internacionales como Cuba Información que recordó su figura en la web agradeciendo su apoyo " a la lucha por la libertad de los cinco cubanos presos en EEUU por luchar contra el terrorismo contra Cuba", que se plasmó en un concierto en la sala Galileo de la capital española.