Existen muchas maneras de repasar la vida de una persona pero cuando un artista como Germán Coppini nos deja el mejor homenaje que se le puede hacer es echar la vista atrás y recordar los momentos que un creador como el santanderino ha dejado en la historia de la música. No son todas las canciones más destacadas pero sí las que la memoria popular recordará por el resto de los tiempos.

Germán Coppini era un hombre fiel a su lírica, con una personalidad que trascendía la música. Su forma de comprender la música se plasmó en sus letras a lo largo de toda su carrera. Ya sea en Golpes Bajos, Siniestro Total o su último proyecto, Lemuripop.

Los orígenes: Siniestro Total

El paso de Coppini por Siniestro Total fue tan fugaz como la de un rayo pero bastaron tres conciertos para que esta corta estancia marcase la trayectoria del grupo. Tres canciones a su nombre (Ponte en mi lugar; La Revista y Purdey) y una presencia punk sobre el escenario que nada haría imaginar "su traición" para recalar en las filas de Golpes Bajos.

Golpes Bajos y una canción en la memoria

La aparición de Teo Cardalda en la vida de Coppini supuso un antes y un después. Su salvacion. "Que abandonase Germán Siniestro fue un shock, pero para él esa banda fue un divertimento. Él se sentía un marginado, un incomprendido. Encontrar a Teo Cardalda fue un milagro para él y para la música española. Sus letras eran excepcionales y los arreglos del resto del grupo convirtieron a la banda en una de las grandes del pop nacional", señala el periodista Emilio Alonso.

En solitario y su proyecto final

En solitario y su proyecto final

Disuelto Golpes Bajos, Germán Coppini intentó hacer carrera en solitario pero no eran buenos tiempos para la lírica y pocos recuerdan su colaboración con Nacho Cano que, entre otras, dio lugar a Un chupito de amor

Superado el paso por el ostracismo musical, el vigués de adopción iniciaría el proyecto Lemuripop, con el que según Emilio Alonso "estaba bastante ilusionado". Un ejemplo con este último grupo es Mundo en trance, cuyo vídeoclip -a cargo de la realizadora Soledad Rebollo- ganó el premio al mejor vídeo musical de la última edición del Festival de Cans.