Sara Coleman -una de las creadoras gallegas asiduas a la pasarela Cibeles- tiene las ideas más que claras. Ayer lo demostró en la Madrid Fashion Week con su colección "Organic code" donde recalcó con sus diseños la marca de la casa de cortes orgánicos, a medio camino entre la arquitectura y las formas esenciales de la naturaleza. Lo hizo sin artificios, mostrando prendas muy ponibles, lejos de cualquier atisbo de innovación grandilocuente. "La experimentación en la pasarela -comentaba a este diario antes del desfile- y el punto más artesanal que tenía antes no vale la pena presentarlos en los desfiles porque se despista al cliente que no sabe si ve moda de artesanía o moda para la calle".

Con los años, la coruñesa Sara Coleman se ha hecho más práctica, lo que no significa aburrida o vaga. El giro hacia lo comercial ya lo había emprendido en 2012 y este año la apuesta ha sido más rotunda. En la propuesta de ayer, se notaba un importante trabajo en los cortes y patrones con líneas diferentes de lo convencional pero equilibradas plasmados en tejidos como seda pero también en telas obtenidas del reciclado de botellas de PVC como respeto al medio ambiente.

Lo suyo es el contraste de formas y el contraste de tejidos. Así se vieron vestidos en los que sumaba violeta y amarillo; naranja con azul y gamas cromáticas vecinas en el verde hierba o el gris marfil.

Inspirada en el código binario, ha aunado en un mismo estilismo elementos étnicos con tecnológicos. Un ejemplo es el estampado en el tejido, no serigrafiado ni pintado, sino formado por la propia composición de la tela como si esta estuviese pixelizada en puntos cuadrados blancos, amarillos, azules o verdes.

La geometría a la que se han asomado cantidad de diseñadores en esta Fashion Week lleva años siendo plasmada por Coleman y ayer la recordó en sus chaquetas con estructuras geométricas que semejan largos chalecos con cuello redondo casi cerrado.

Como, según señaló, "lo que mejor se ha vendido en estas últimas tres temporadas han sido los vestidos y camisas", Coleman ha colmado su propuesta de estas piezas, a las que ha añadido algún legging con tejido especial en azul oscuro; así como pantalones cómodos en blanco cortadas antes del tobillo más para vestir. Como contraposición, vestidos de gasa muy largos y muy fluidos para ir cómoda a eventos.

Dentro de su visión práctica del negocio, tiene previsto desarrollar una línea de bajo coste para vender complementos en internet como bolsos o collares, una vez tenga web propia. En la actualidad, su venta por la Red la ha realizado desde la plataforma Fajour, en la que, en estos momentos, no ha volcado nuevo material.