Al filo de la media tarde la temperatura supera los 30 grados en la Alameda de Vigo y los aficionados a la lectura pasean por los diferentes puestos que se dispersan en torno a la Plaza de Compostela. Se cumple la 39º edición de la Feria del Libro en Vigo, este año asediada por la crisis y el calor abrasador que se cita esta semana con los vigueses. "El tiempo no nos ayuda, a nosotros nos vienen mejor temperaturas más suaves", reconoce Xosé Antón Pedreira, vicepresidente de la Federación de Libreros de Galicia. Pedreira reconoce que la feria no se encuentra en su mejor momento, pero considera que "siempre hay que ser positivos" y añade, "la Federación de Libreros hizo un gran esfuerzo con el nuevo diseño de las casetas y esperemos que la gente responda".

Entre los principales reclamos de la Feria destaca la tradicional firma de libros y los coloquios con los autores. Entre los que ya pasaron estuvo Manuel Rivas que el martes celebró un abarrotado encuentro con los lectores promocionando su último libro "As voces baixas".

Dedicado al público juvenil, se presentó -tras tres años de trabajo- la adaptación a cómic, elaborada por Antonio Seijas, del libro "Cartas de Inverno. La célebre novela, que nació en un bar del centro de la ciudad mientras Fernández Paz leía los anuncios publicados en las páginas del FARO DE VIGO, se transforma ahora en formato gráfico. Los lectores tendrán la oportunidad de poder revivir la tenebrosa y lúgubre historia, ahora ilustrada.

Volviendo a las ventas, Begoña Rodríguez, de la librería pontevedresa Cao, reconoce que, a pesar de que Vigo suele destacar entre todas las ferias del libro de Galicia, éstas están siendo flojas. "A la gente le apetece comprar pero no puede", confiesa. A pesar de contar con un 10% de descuento, la feria no es ajena a la situación económica del país. "Hay que dosificar", comenta Mercedes, que se pasó por la feria con su hija Julia buscando uno de sus libros favoritos, "Misterio en Paris", de Tea Stilton.

Público juvenil

Si hay algo que destaca en esta edición es la gran presencia de niños que, ajenos a las altas temperaturas, caminan de un lado para otro animando las diferentes casetas, por cierto, todas con su particular "escalera" para permitir a los más pequeños acceder al catálogo de libros expuestos. Ana Pérez recorre con sus hijos Xandre e Iria la feria en busca de un libro, uno de esos que parece estar esperando entre el montón y que una vez te lo encuentras no le puedes negar irse contigo para casa. Los elegidos fueron esta vez "El diario de Nikki", "La pirámide Roja" y las clásicas aventuras de Mortadelo y Filemón. Tanto Xandre como Iria rompen los estereotipos que nos esperamos entre los más pequeños de casa y reconocen abiertamente que prefieren un buen libro antes que la videoconsola aunque, claro, hay tiempo para todo.

La editorial Galaxia, consciente de la importancia de involucrar al público más joven en la lectura, organiza todas las tardes de la semana el festival musical "Lemos, cantamos e gozamos, en el que los niños se divierten y cantan junto a artistas como Susa Herrera o Mamá Cabra. "Estas actividades están genial, venimos con los niños y nos quedamos por esto", comenta Miguel Martins mientras sus dos hijos, Pablo -de 4 años- y María -de 2 años- disfrutan del Festival. Miguel, sin embargo, considera que la oferta de libros es algo escasa, "hay pocas casetas y casi todas tienen los mismos libros", comenta.

Los más vendidos

Un año más los best sellers -o superventas- copan las preferencias del público. La mayoría de libreros y lectores tienen un nombre presente, el del suizo Joël Dicker, y su thriller policíaco "La verdad sobre el caso Harry Quebert", La verdad sobre el caso Harry Quebertque se adivina como el éxito del año y ya ha vendido más de 750.000 ejemplares.

Otros títulos fuertes son "Sacrificio a Molek" de Asa Larsson o "Inferno" de Dan Brown y por supuesto aquellos libros de autores con presencia en la feria como "Faneca Brava" de Manuel Portas, "Infiltrados" de Alfonso Eiré o "As voces Baixas" de Manuel Rivas.

Las alternativas

La facturación referente a la venta de libros bajó entre el 2009 y el 2011 un 19,3% según datos de 48 editoriales privadas gallegas asociadas a la AGE -Asociación Galega de Editores- y los portales de internet especializados en la venta de libros endurecen la batalla. Para Mar Fernández, de la viguesa librería Mendiño, "este es el peor año con diferencia" y denuncia que "las tiendas digitales están haciendo bastante daño", a lo que hay que sumar que muchas "no tributan en España, lo que nos debería llevar a pensar más a la hora de comprar", reflexiona.

En este sentido una alternativa viable podría ser la apuesta por los libros electrónicos. Sin embargo, Elena Pérez, editora en Xerais, confiesa que "por ahora la venta de e-books es muy pequeña, a pesar de tener un precio inferior no hay costumbre de leer en formato electrónico". En este sentido, Aurora, aficionada a la lectura, rechaza totalmente los e-books, "me molesta la pantalla", se queja, mientras su cuñada Teresa reconoce que "antes no me gustaban [los e-books] y ahora sí, puedes ampliar la letra y leer en cama tranquilamente".

Posiblemente el libro electrónico sigua siendo un gran desconocido para la mayoría de los gallegos, aunque las cosas empiezan a cambiar. Gonzalo Pérez, de la librería Cartabón de Vigo, realizó un sondeo entre sus clientes y señala que "un 20% de las personas a las que le pregunto disponen de un libro de lectura". Quizá el problema viene en ofrecer contenidos poco atractivos y con sistemas anti-copia demasiado confusos.

Gonzalo explica que él apostó por centrarse en la autoedición de escritores independientes, tanto en papel como en digital, éstos últimos a precios muy bajos -entorno a los 3 euros- y sin sistemas anti-copia -DRM-. Junto a sus libros expone los de la editorial pontevedresa Kalandraka, especializada en libros ilustrados para público juvenil, que está teniendo un tirón significativo este año.

Con todo, parece que la fórmula de libros alternativos y atractivos funciona y, al contrario que la mayoría de sus compañeros, Gonzalo afirma que "la feria va por encima de las posibilidades que teníamos y estamos modestamente contentos".

Sea como fuere, la premisa general es que el libro aún tiene mucha vida por delante y muchas historias en las que zambullirnos pues, como dijo la poetisa estadounidense Emily Dickinson, "para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro". Los amantes de la lectura tienen todavía hasta el domingo para poder recorrer la Alameda en busca, quizá, del viaje de su vida.