Cuenta con 16 años de antigüedad pero es en estos días cuando ha resurgido el debate sobre ella. Se trata de la la normativa autonómica que prohíbe mandar deberes escolares a casa a los niños tras finalizar la jornada en el colegio. A raíz de las denuncias de padres de un colegio de Oleiros, inspectores de la Consellería de Educación dieron la razón a los progenitores y los profesores deben ahora limitarse a dar clase sin enviar ejercicios adicionales al hogar. Psicólogos, asociaciones de madres y padres de alumnos así como profesores no muestran un parecer único sobre la medida.

Desde Surgapa, la Federación de Apas del sur-oeste de Galicia, su presidente, Francisco Rodríguez, señala que el poner o no deberes a los escolares debería "depender del programa educativo del centro escolar". No obstante, añade que "a unos niños, el tener deberes puede agobiarles; mientras que a otros el no tenerlos puede derivar en falta de disciplina en el estudio, costando más adaptarse al ritmo en la ESO". Para Rodríguez, debería seguirse el sistema finlandés o poner deberes de forma "moderada".

Con esta idea, en parte, coincide Bertila Fernández, vocal de la Federación Olívica de Asociaciones de Nais e Pais de Alumnos de Vigo (Foampa). "El sentir de las familias es que deben existir deberes sin defecto y sin exceso. Los niños no deben llegar a casa tras el colegio y no hacer nada; pero tampoco puede ser que tengan muchos deberes de muchas asignaturas. Debe haber un equilibrio. Los deberes suponen poner en práctica los conocimientos que se enseñaron durante el día. Ellos mismos deben autoevaluarse para saber si entendieron la lección o no".

Esta madre, no obstante, reconoce que los pequeños "deben tener un periodo de descanso, para hacer deportes, jugar u otras actividades. A su juicio, en general, el profesorado de los centros conoce en qué cantidad se deben poner.

Julio Díaz, profesor especialista en Matemáticas en Primaria y presidente del Sindicato Independiente de Profesores, indica que "la norma de poner o no deberes a los niños debe ser la misma para todos los centros". Para él, está claro que "no vale sólo lo que se imparte en el aula. Hay una ley del esfuerzo y los deberes son una parte importante dentro del proceso educativo".

Ante la situación de que madres y madres denuncien ante las autoridades a colegios por poner deberes, indica que "se está dando la situación de que los padres dominan la educación en este país, mucho más que los profesores". Sin embargo, entiende que los pequeños no deben pasar cinco horas realizando tareas en casa relacionadas con los estudios.

El profesor ad honorem y catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación Agustín do Sil se mostró a favor de la "moderación". Para él, "el desarrollo del niño no solo está en los libros. Hay que acostumbrarlos a que lean fuera del colegio, pero también hay que alentarlos en el afecto o la autoestima. Se trata de una formación integral".

Al igual que Bertila Fernández, considera que pueden tener algún trabajo pero no una sobrecarga y que el que tengan deberes o no dependería del niño, de si precisa el refuerzo o no y de si lo ve con buenos ojos. "Todas las plantas necesitan agua, pero unas más que otras", apuntó una persona que cree que los estudiantes en Primaria deben aprovechar fundamentalmente el tiempo después de las clases para jugar, leer, relacionarse con su familia y amigos. Por último, indicó que "también hay que evitar suspensos y, para eso, hace falta una interacción entre los profesores y los padres para que estos sepan cómo van sus hijos en los estudios".