La gran fama de la que goza el choco de Redondela quedó ayer demostrada con la asistencia de miles de personas a la tradicional fiesta gastronómica. La organización asegura que entre las dos jornadas de degustación se atrajo a más de 30.000 personas. No es de extrañar, puesto que la enorme carpa de setenta metros de longitud parecía pequeña en algunos momentos, abarrotada de gente y sin huecos libres en las mesas para sentarse a comer.

"Estamos muy satisfechos del resultado porque durante todo el día hubo un gran ambiente no solo en la zona de degustación, sino en toda la localidad", reconoce el concejal de Cultura, Julio Alonso. Y es que uno de los principales objetivos de la fiesta, además de la promoción del producto, es impulsar el sector de la hostelería local. Y más en el momento actual en el que muchos atraviesan momentos de dificultad económica.

Los comensales, como es habitual, quedaron complacidos por la calidad del choco, que como en la anterior edición contó con un certificado de origen que garantiza su procedencia de la lonja redondelana. "Todo está muy bueno, se nota que es de la ría y está muy bien preparado. Por algo son choqueiros en esta villa", afirma Mari Carmen Rodríguez, que acudió desde Vigo junto a su marido y sus padres. En su mesa todos degustaban raciones de choco en su tinta con arroz y completaban el menú con una empanada. "Siempre venimos a comerlos de la forma tradicional, que es como más nos gustan los chocos", justifica.

Los más jóvenes fueron los que más apostaron por las novedades, como Bea Santos y Raúl Fonseca, una pareja de Porriño y Cangas, que degustaron una fideuá de choco. "Preferimos innovar y acertamos, porque la fideuá está muy rica, aunque también tomamos raciones de empanada de millo, que nunca falla", comentan.

Celeste Barciela y su marido se acercaron desde la parroquia redondelana de Vilar de Infesta para comer y, además del tradicional choco con tinta, probaron las empanadillas rellenas. "Se nota la calidad del choco redondelano porque está todo buenísimo", confiesan.

De la misma opinión son José Novas y Alicia Ríos, un matrimonio de Vilaboa que no quiso perderse la cita. "Esta fiesta siempre está bien y siempre que podemos venimos. Además el servicio es muy bueno al servirte en la mesa, y sin aglomeraciones ni esperas como en otras fiestas", apunta José.

El presidente de la comisión de fiestas, Jaime Villaverde, destacó el éxito conseguido, así como la declaración de fiesta de "interés turístico" de Galicia. "Esta distinción es muy importante y la merecíamos desde hace mucho tiempo porque siempre estuvimos entre las más destacadas de la provincia", señala.