Los príncipes, Felipe y Letizia, tras pasar el fin de semana en Mallorca, regresan a la Zarzuela. Vuelan en clase turista. Sencillos que son. Letizia, con coleta y sin maquillar. Lo cuenta todo Cristina Tárrega. Hasta le hace una foto a la princesa -todas somos compañeras ¿no?- y la difunde al mundo. Los aviones dan para mucho. Almodóvar homenajea en el suyo a Bárbara Rey. Aunque Bárbara hace notar que la protagonista se llama Norma, ¿No será Norma Duval?, se pregunta. La picarona. Descubro que existe un sitio donde las azafatas cuentan sus secretillos. Yo creía que estaban sujetas a secreto de confesión, como los sacerdotes o los arquitectos de los famosos. Pero no. En Madrid subió una pasajera que no paraba de llorar, narra una. Pensando que acababa de despedirse de un ser querido, traté de consolarla, continúa. "Con el rimmel corrido y la nariz colorada, me miró y me dijo: ¡No puedo creer todo lo que me han hecho pagar por exceso de equipaje!". Era Carmen Sevilla. Lástima: No habla la auxiliar que atendió a Ana Obregón hace muchos años en un vuelo a Miami, supongo. Ese en el que, cuenta la leyenda, le estalló una prótesis mamaria. Nunca sabremos si es cierta.

¡Qué decepción! A Jesulín de Ubrique no le gustaba ser Jesulín de Ubrique. Ahora que han pasado los años derriba su propio mito. "A mí no me gustaba que me tiraran un sujetador, prefería que me tiraran flores, pero el toreo es un espectáculo que vive del público". Eso dice. ¿Flores? No le pega a Jesús, el hombre que en vez de tener un gato tenía un tigre como mascota. El hombre que quiso hacerse cantante y cantó, que quiso tirarse de un trampolín y saltó. El hijo del "tigre de Ambiciones". El ex de Belén Esteban. El hombre que un día dijo "en dos palabras: im-presionante" y sentó cátedra. ¿Que no le gustaba lo de los sostenes? Aunque, claro, todo eso lo cuenta en un mano a mano organizado por Cajasol bajo el título "Los toros y el humor". Pues será por eso.

Comunicado oficial del Principado de Mónaco: la princesa Charlene no acompañó a Alberto II a la coronación de Guillermo de Holanda porque se encontraba en Sudáfrica. ¡Ah! En cosas de fundaciones benéficas y en la boda de una amiga. ¡Oh! No por otra cosa, ¿eh? ¿Alguien había preguntado? Comunicado oficioso en formato entrevista de la princesa monegasca en su Sudáfrica natal: Alberto es el "amor de su vida" y ahora mismito llegarán los niños. Muy pronto. ¡Ah! Necesitaba tiempo para adaptarse, para instalarse, asentarse. La boda, su fundación, el baile de la rosa, todo eso lleva su tiempo. ¡Oh! Pero ella está deseando ser madre, ¿eh? ¿Alguien había preguntado? Excusatio non petita, accusatio manifesta.

Se le llama acto fallido. Desliz freudiano. Lapsus linguae. A Anne Igartiburu, expresentadora, perdón, presentadora aún (por poco, pero aún) de +Gente le falló el subconsciente. Cuando daba paso a la pieza sobre la mujer de Santiago del Valle, el asesino de Mari Luz Cortés, que tantos disgustos (o no) dio a la tercera de la tríada, Ana Rosa Quintana, se trabó. El caso es que donde debía decir Mari Luz ella dijo Mariló. Y, oigan, Mariló en la tele es Mariló, Mariló Montero. El asesino de Mariló. No hay química, definitivamente. Eso o son más falsas que los enfrentamientos y reconciliaciones entre los colaboradores de Jorge Javier. Son distintas Anne y Mariló. Por ejemplo, Montero es más de falda lápiz: "Cuanto más corta es la falda, más credibilidad se pierde. Ese es mi criterio: ni una mini ni un escote". Mientras que Igartiburu, que es más joven que Mariló -eso es así y así hay que decirlo- las lucía sin complejos en el plató minimalista desde el que se dirigía a sus "corazones". Y animaba a las demás a imitarla. A las que no se hubiesen quedado oxidadas. Freud otra vez.

Esta María José Campanario igual se pasa que se queda corta con la madre que la trajo al mundo. Primero se alía con el Turronero para tratar de mejorarle la pensión a la mujer y terminan, el Turronero, ella y Remedios, condenados. Y ahora, que hace nada que ha sido el día de la madre, va la mujer del torero y pone en venta la casa que les había comprado a sus padres para que estuvieran a su vera. Una casa ganada con el sudor de su frente. Por los flashes de las exclusivas. Porque a ver, la pensión no la consiguieron, pero Pepe Campanario se ha apuntado a lo de sudar en los platós. Y mal estamos todos. Así que Mari Jose necesita labrarse un futuro y pagarse los estudios. Por si decae lo del corazón y cotiza en alza la cosa dental.

Curri Valenzuela deja en el aire una inquietante pregunta en su columna de ABC: ¿Quién es la colaboradora de una tertulia de cotilleo de Telecinco que Hacienda investiga por desgravarse una operación de cirugía plástica de pecho? Mujer, es difícil de adivinar, hay mucha prótesis donde elegir. Este Montoro se ha propuesto rebuscar entre ricos, famosos, faranduleros, cuadros, senos y premios de la academia de cine. Será porque cuando miró debajo de algunas autografiadas alfombras encontró algo más que polvo. Bolsas de basura. Dice Curri que el argumento de la tertuliana de potente delantera es que si puede desgravar su ropa porque forma parte de su imagen ¿por qué no el canalillo? Es una pista. Bueno, varias. La susodicha -ellos están en principio descartados- solo ha pasado por quirófano una vez, por los pectorales. Porque, de lo contrario, y siguiendo el mismo hilo argumental, incluiría las lipos y estiramientos. Segunda pista: pagó religiosamente su operación. Sin patrocinadores ni padrinos. Eso también deja fuera a algunas. Dénle vueltas. Por cierto, la "princesa del pueblo", descartada.